Un policía de civil disparó al aire durante una multitudinaria marcha de mujeres negras contra la discriminación racial en Brasilia, luego de que se produjeran incidentes con otros manifestantes que promueven una intervención militar. El enfrentamiento entre manifestantes se produjo frente al Congreso, donde acampan desde hace semanas agrupaciones que piden el juicio político a la presidenta de izquierda Dilma Rousseff, junto a radicales que visten ropas de fajina militar y buscan que las fuerzas armadas tomen el poder. «Un policía de civil del estado de Maranhao (noreste del país) fue conducido a una dependencia policial por haber efectuado cuatro disparos», informó a la AFP un asesor de prensa de la fuerza de seguridad militar. Imágenes de televisión mostraron cómo un hombre blanco se entrega ante varios efectivos policiales y es detenido. No hubo heridos de gravedad en los choques entre manifestantes, registrados cuando la manifestación llegó a una explanada que antecede al Congreso y pasó junto al campamento de los grupos pro militares, donde se erige un gigantesco muñeco inflable con la figura del general Antonio Mourao, apartado recientemente de sus funciones tras criticar a Rousseff, según detalló el diario O Globo. Previo a los disturbios, unas 10.000 personas -según la policía- marcharon por los derechos de las mujeres negras, muchas ataviadas con las ropas blancas de hilo tradicionales del estado de Bahia, piedra fundamental de la cultura de origen africana en el país sudamericano. «En la época de la esclavitud, conseguimos libertar a nuestras familias y ahora nuestra voz no es oída en este país. ¡Basta de violencia psicológica! ¡Basta de violencia física! ¡Basta de violencia institucional! Estamos en Brasilia para escribir una nueva fase de la historia brasileña», dijo a la AFP Azuely Santos, una militante por los derechos de las mujeres negras de 52 años. Más de la mitad de los 204 millones de brasileños son negros o mulatos, considerablemente más pobres y con una educación inferior a sus coterráneos blancos. El 2015 ha sido un año intenso para la política brasileña. Desde muy temprano la mandataria enfrentó dificultades para tejer alianzas en el Congreso que apoyen un plan para reencauzar la economía, en recesión desde el segundo trimestre, mientras escandalosas revelaciones de sobornos y estafas en la estatal Petrobras salpican al gobernante Partido de los Trabajadores. En ese clima, fuerzas de la oposición y organizaciones civiles presentaron pedidos de impeachment contra Rousseff, acusándola de adulterar las cuentas públicas, hacer abuso de poder durante la campaña que la llevó a su reelección en octubre del 2014 y de tener conocimiento de los desvíos en la petrolera.


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!