El presidente Nicolás Maduro anunció ayer, a través de un comunicado, el regreso a Guyana de la embajadora Reyna Arratia y el beneplácito a su equivalente en Caracas, cuya identidad no ha sido revelada, lo que normaliza la relación bilateral como lo acordaron los presidentes de ambos países fronterizos el pasado 27 de septiembre. Ese día, los presidentes Maduro y David Granger, de Guyana, y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, se reunieron en la sede estadounidense del organismo multilateral, que cumple una labor de ?buenos oficios» para que los dos países suramericanos y caribeños acuerden la definición de sus fronteras.Maduro dio «instrucciones expresas» a Arratia «para llevar el mensaje de paz, diálogo constructivo y de reactivación de las distintas áreas de cooperación económica, energética, comercial y financiera», dentro del contexto de «integración latinoamericana y caribeña encaminada por Venezuela», dice un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores. El jefe del Estado de Venezuela añade que «ratifica una vez más el sentimiento de amistad con el hermano pueblo de Guyana, así como la permanente disposición a contribuir con el desarrollo compartido de ambos pueblos y su relacionamiento pacífico». En ese sentido, destaca que Venezuela «reafirma el llamado al gobierno de la República Cooperativa de Guyana para reencauzar la controversia territorial sobre el Esequibo conforme al Derecho Internacional en el marco del Acuerdo de Ginebra de 1966, instrumento jurídico vigente que obliga a ambas partes».Disputa por petróleo. La región del Esequibo está bajo mediación de la ONU desde la firma del Acuerdo de Ginebra en 1966, pero la disputa se agudizó después de que la estadounidense Exxon Mobil descubrió en mayo yacimientos de petróleo en aguas en la zona del litigio. La retirada de los embajadores formó parte de las medidas adoptadas por ambos países a raíz de las tensiones que han vivido por la reactivación de un conflicto limítrofe por el Esequibo, una zona de 160.000 kilómetros cuadrados rica en recursos naturales.Los dos últimos meses se había acentuado el conflicto. En septiembre, el jefe de las Fuerzas de Defensa de Guyana, Mark Phillips, aseguró que su país estaba listo para movilizar tropas a la frontera con Venezuela, tras reiterar las denuncias de que del lado venezolano hay movimientos militares que son significativos e inusuales, de acuerdo con sus palabras. Sin embargo, Maduro negaba que se hubiesen desplegado tropas venezolanas en Guyana. «Miente, señor Granger, miente, miente y miente», aseguró, el 22 de septiembre el presidente de Venezuela.El pasado viernes, Granger pidió a Estados Unidos que usara su influencia en el hemisferio y en el ámbito internacional para promover el desarrollo y preservar la región como una zona de paz. Había aprovechado la presentación de credenciales del nuevo representante diplomático de Estados Unidos ante Guyana, Perry Holloway, para rechazar la amenaza de la fuerza entre Estados en la región, en un discurso divulgado por el gobierno del país suramericano. ?Guyana espera el apoyo de Estados Unidos en su legítimo afán por protegerse contra el terrorismo, la delincuencia y las amenazas a su integridad territorial?, dijo entonces Granger.No es la primera vez que el presidente de Guayana solicitaba ayuda para solucionar el conflicto. Días atrás, Granger denunció en la ONU las «agresiones» de Venezuela y solicitó a la organización que actuara para lograr un arreglo definitivo del conflicto territorial entre los dos países. ?Queremos terminar con la agresión venezolana. Queremos desarrollar nuestro país, todo nuestro país, de acuerdo con la legislación internacional?, afirmó en su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas.


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