Una mujer, de 22 años de edad, mató a su hijo de siete semanas de nacido luego de haberle suministrado antidepresivos y asfixiarlo. El hecho ocurrió en Reino Unido.
De acuerdo con Infobae, Hannah Turtle declaró que escuchó voces que le decían que era una mala madre y no merecía tener a su bebé.
Turtle confesó haberle tapado la boca y la nariz, con la intención de que dejara de respirar. Los paramédicos atendieron al bebé y le dieron de alta para que regresara a su hogar.
Luego de otro ataque, la madre decidió realizar un tercer intento para acabar con la vida del niño. A pesar de que el infante soportó hasta el último momento, no pudo con la fuerza destructiva de su progenitora. El niño sufrió daño cerebral por la falta de oxígeno y falleció a los 58 días de vida, detalló el portal.
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