El nuevo gobierno del presidente Emmanuel Macron apostó por «una mediación regional o internacional creíble» en Venezuela, que tenga la confianza tanto del Ejecutivo de Nicolás Maduro como de la oposición, para atajar la crisis en el país.
«Para Francia, junto con sus socios europeos, la prioridad inmediata es que se frene el nivel de violencia a través de una mediación regional o internacional creíble, que tenga la confianza de las dos partes, gobierno y oposición, con la meta de contribuir a que se restaure el diálogo y la estabilidad», declaró un portavoz del Ministerio de Exteriores a través de un comunicado.
A finales de abril, cuando el presidente socialista francés François Hollande aún estaba en funciones, hubo un roce entre Caracas y París. La canciller venezolana Delcy Rodríguez censuró que el gobierno de Francia pretendiera “dar órdenes” a su país y calificó de “injerencismo” un comunicado de París, que pedía el establecimiento de un cronograma electoral, respeto al derecho de manifestarse pacíficamente y el restablecimiento de la Asamblea Nacional dentro de las prerrogativas que le confiere la Constitución de Venezuela.
Rodríguez protestó que Francia violentaba el Derecho Internacional, y expresó: “Es inaudito que se consideren manifestaciones pacíficas a las acciones violentas de la oposición venezolana”.