El presidente argentino, Mauricio Macri, aseguró que el gobierno anterior «estafó» a los jubilados e insistió en que quiere saldar la «deuda histórica» que existe con ellos desde hace 50 años mediante el proyecto de ley de blanqueo de capitales que aún debe aprobar el Congreso. «Durante años, el Estado prefirió usar su dinero en cualquier otra prioridad menos en ellos. El Estado los estafó y decidió demorar las soluciones para lograr que las cuentas le cerraran a favor», apuntó el mandatario en referencia a los jubilados de Argentina en una carta abierta publicada en el diario La Mañana de Neuquén. En ese sentido, volvió a destacar que el proyecto de ley de blanqueo de capitales, que forma parte del Programa Nacional de Reparación Histórica para Jubilados y Pensionados anunciado el viernes, busca saldar la «deuda histórica» que arrastra el país con sus abuelos «desde hace 50 años». La medida, que debe ser aprobado por el Congreso argentino, servirá para financiar el pago a jubilados que en los últimos años llevaron a juicio al Estado por reajuste en función del coste de vida y para implantar una pensión universal, de forma que se beneficie a unos 2,5 millones de personas mayores. «No podemos ni vamos a dejar que estas personas queden en el olvido», apuntó Macri en la misiva en la que también afirmó que ahora empieza una «nueva relación» entre los jubilados y el Estado basada en «el reconocimiento y el respeto». El mandatario apuntó que para saldar esta «gran deuda», el Estado utilizará el Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) y lo que ingrese del impuesto «que van a pagar los que más tienen y que en estos años evadieron los impuestos». Para acceder al blanqueo de capitales, el gobierno argentino plantea tres opciones: pagar un impuesto especial, suscribir bonos por el monto declarado o hacer inversiones de largo plazo en el país. Aquellas personas físicas o jurídicas que declaren menos de 305.000 pesos (unos 21.500 dólares) no pagarán nada en concepto de gravamen y hasta 800.000 pesos (unos 56.000 dólares) el impuesto será del 5 %, mientras que por encima de esa cantidad, la tasa a pagar será del 10 % hasta el próximo 1 de enero, fecha en la que la alícuota subirá al 15 %. Los fondos obtenidos se destinarán a la corrección de las jubilaciones que en las últimas décadas no se liquidaron bien y a instaurar una pensión universal, percibible por cualquier argentino a partir de 65 años incluso si no ha cotizado los años suficientes. La corrección se refiere a la necesidad de reajustar las pensiones en función del coste de vida, establecida por ley, que no se aplicó como correspondía en las últimas décadas según el Poder Judicial. Por su parte, la pensión universal alcanzará el 80 % del monto de la jubilación mínima establecida por ley. En su carta, el presidente argentino aseguró que va a trabajar cada día para dar a todos los jubilados del país «el dinero que les corresponde después de entregar su vida al trabajo». «Todos comparten la misma angustia, la misma sensación de abandono y la misma situación: no pueden esperar», aseveró.


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