La Casa Blanca celebró hoy una ceremonia en la que 15 personas recibieron la ciudadanía estadounidense para conmemorar el medio siglo de vida de la Ley de Inmigración y Naturalización, que eliminó un sistema discriminatorio de cuotas por países. «El camino es fácil, no es caro, lo puedes hacer tú mismo», explicó sobre el proceso hacia la ciudadanía Iván Alberto Marinkovic, un chileno que llegó en 2002 al país y desde hoy, tras el acto en la Casa Blanca, es también estadounidense. Votar «es una de las cosas que más me atrae de ser ciudadano», detalló Marinkovic, de 49 años. Recordó que no falló ninguna de las nueve preguntas que le hicieron en el examen para obtener la ciudadanía, una de ellas «bien fácil» porque era sobre «qué mar está en el oeste» de EE UU. La ceremonia de hoy en la Casa Blanca estuvo encabezada por el subsecretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas; el director del Servicio de Inmigración y Ciudadanía (Uscis), León Rodríguez; y el historiador y autor Taylor Branch, ganador del premio Pulitzer. El acto sirvió para conmemorar el aniversario número 50 de la Ley de Inmigración y Naturalización (INA, en inglés), firmada el 3 de octubre de 1965 por el entonces presidente Lyndon Johnson, al pie de la Estatua de la Libertad en Nueva York. Con esa ley quedó eliminado un sistema de cuotas por países considerado discriminatorio y que favorecía a los inmigrantes que llegaban de Europa en detrimento de otras regiones como Asia y Latinoamérica. Según un reciente informe del centro de estudios Pew, en 1960 84% de los inmigrantes que vivía en EE UU había nacido en Europa o Canadá, frente a 6% de origen mexicano y 3,8 % asiático. En 2013, los inmigrantes nacidos en México eran el grupo más numeroso (28%), seguidos de los asiáticos (25,8%), los procedentes del resto de Latinoamérica (24%) y los europeos y canadienses (14,2%). Otro estudio del Pew, divulgado hoy, prevé que en el año 2065 habrá en EE UU 117 millones de personas más que ahora, sin un grupo racial o étnico que predomine como la mayoría blanca en la actualidad, y uno de cada tres estadounidenses será inmigrante o hijo de padres inmigrantes. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, reivindicó el sábado la lucha por lograr una reforma migratoria en el país en coincidencia con el aniversario de la ley INA. En un comunicado, Obama recordó que hace 50 años republicanos y demócratas «se unieron» para aprobar aquel texto por su deseo de «expandir oportunidades para todos» y para estar «a la altura» de la herencia de Estados Unidos como nación de inmigrantes. En septiembre, el gobierno lanzó una campaña para fomentar que los hasta 8,8 millones de inmigrantes en situación regular en el país que se calcula que son elegibles lleven a cabo el proceso para obtener la ciudadanía estadounidense.


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