Las 200.000 abejas de las colmenas de la catedral de Notre Dame sobrevivieron al incendio que devastó el techo de la iglesia el lunes 15 en la tarde.

“Las abejas están vivas. Hasta esta mañana no tenía ninguna noticia”, dijo el apicultor Nicolas Géant, quien se ocupa de las colmenas de Notre Dame situadas en la sacristía, a un costado del templo.

“Al principio pensé que las tres colmenas se habían quemado, no tenía ninguna información, pero luego vi en las imágenes satelitales que no era así y el portavoz de la catedral confirmó que entraban y salían de sus colmenas”, agregó.

Géant recibió mensajes y llamadas del mundo entero de personas que preguntaban si las abejas habían muerto por las llamas.

“Era inesperado. Recibí llamados de Europa, por supuesto, pero también de Suráfrica, Japón, Estados Unidos y Suramérica”, dijo.

En caso de incendio y de los primeros signos de humo, las abejas toman mucha miel y protegen a su reina.

“Esta especie no abandona su colmena. El CO2 las adormece”, señaló Géant, quien espera volver a ver a las abejas la semana próxima.

Cada colmena produce en promedio cada año 25 kilos de miel, vendido al personal de Notre Dame que las alberga desde 2013.

Se ha vuelto común que colmenas se instalen en la capital francesa, en varios e inesperados lugares, como por ejemplo la Opera de París.


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