La ex presidente de Argentina Cristina Kirchner compareció ayer ante la justicia en el caso de soborno conocido como los cuadernos de la corrupción, un escándalo millonario que salpica su gestión y la de su esposo, el fallecido ex mandatario Néstor Kirchner.

Vestida de pantalón, sonriente y saludando a las cámaras, la senadora acudió a la sede de los tribunales en Buenos Aires, donde recusó al juez Claudio Bonadio y al fiscal Carlos Stornelli, a cargo de la causa, quien está a la espera de una decisión del Senado para allanar los domicilios de la ex mandataria.

La residencia de la pareja Kirchner en Buenos Aires aparece como punto de entrega de bolsos con dólares en efectivo que grandes empresarios argentinos dieron supuestamente a cambio de adjudicaciones en obras públicas, según el relato del ex chofer Oscar Centeno, quien habría realizado varios de esos viajes entre 2005 y 2015. Otros de los lugares mencionados son la sede de gobierno, la Casa Rosada y la residencia presidencial de Olivos.

Centeno, que trabajó para el entonces viceministro de Planificación Roberto Baratta, llevó una detallada bitácora de los recorridos que hizo durante diez años cargado de millones de dólares.

Las anotaciones se conocen como los cuadernos de la corrupción, a partir de los cuales se abrió la causa judicial por la que hay ocho ex funcionarios kirchneristas detenidos y una veintena de empresarios implicados.

La ex presidente denunció que sufre una persecución política y  apuntó directamente al Ejecutivo. “A partir de la asunción del ingeniero Mauricio Macri como presidente he sido sometida a una múltiple persecución judicial, solo comparable a aquella que se llevó a cabo en tiempos en que se encontraba suspendida la vigencia de la Constitución nacional”, señaló Kirchner en el texto que entregó en los tribunales.

Kirchner, actual senadora, está amparada por los fueros parlamentarios, lo que implica que puede ser imputada y condenada pero no detenida, a menos que el Congreso le retire la inmunidad. En la víspera, pidió a sus seguidores que se abstuviesen de acompañarla con alguna manifestación en los alrededores de los tribunales.

Bonadio investiga a Kirchner en varias otras causas como la venta de dólar a futuro y la firma de un memorándum con Irán, vinculado con el expediente del atentado en 1994 contra la mutual judía AMIA.

El caso involucra a los más grandes empresarios de Argentina, entre estos a Angelo Calcaterra, primo del presidente Mauricio Macri. También ex directivos de la compañía ítalo-argentina Techint y representantes de la Cámara de la Construcción.

Los empresarios detenidos se declararon arrepentidos ante la justicia, lo que permitió que varios fuesen excarcelados.


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