La Corte Suprema de Justicia de Panamá negó este lunes prisión domiciliaria por motivos de salud a favor del ex presidente Ricardo Martinelli, quien se encuentra detenido por presuntamente espiar a opositores a su gobierno.

La decisión fue tomada por la mayoría del pleno de la Corte, luego de una audiencia desarrollada en Ciudad de Panamá. La defensa del ex mandatario pidió prisión domiciliaria, con vigilancia policial y geolocalizadores, alegando que sufre de problemas cardíacos y depresión.

En una decisión leída por el magistrado Abel Zamorano, la Corte declaró «sin fundamento» la petición de Martinelli e informaron que su abogado no ha logrado demostrar la situación de su representado haya cambiado desde la última revisión judicial.

Por tanto, «se mantiene la medida cautelar” de prisión preventiva, dice el fallo.

En varias ocasiones los abogados del expresidente han pedido, sin éxito, su excarcelación por motivos de salud.

Martinelli fue acusado de espiar entre 2012 y 2014 a unos 150 opositores a su gobierno, por lo que el fiscal de la causa, Harry Díaz, pidió una pena de 21 años de cárcel.

«Mi salud verdaderamente se está deteriorando y si aquí lo que quieren es matarme en algún momento lo van a lograr», dijo Martinelli.

Añadió que se sometería a «todas las condiciones» que le fueran impuestas para estar en prisión domiciliaria y afirmó que no representaba «un riesgo de fuga».

El ex presidente es investigado por la Corte Suprema debido a su condición de diputado del Parlamento Centroamericano, aunque asegura que renunció a ese foro regional, por lo que su caso debería pasar entonces a un juzgado ordinario.

Sin embargo, el fiscal Díaz se opuso a las peticiones porque aseguró que el acusado tiene poder para evadir la justicia por lo que representa un riesgo innecesario.

Además, según el fiscal, se le han realizado, desde que está detenido en Panamá, varias evaluaciones de salud y 75 asistencias médicas.

Todas ellas han indicado que el exmandatario está estable y con padecimientos propios de un persona de 66 años

El ex gobernante fue extraditado en junio a su país desde Estados Unidos, donde estuvo detenido un año, y a donde huyó en 2015 para evadir a la justicia.

«No ha habido una voluntad, jamás en lo absoluto, de enfrentar este proceso» por parte del acusado, dijo el abogado querellante, Carlos Herrera.


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