Irán y Arabia Saudita mantenían ayer sus diferencias sobre el nivel de producción de petróleo, a pocas horas de varias reuniones de los Estados miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, previstas en Viena entre mañana y el sábado. Los sauditas, al igual que Rusia, respaldan aumentar las cuotas mientras que Irán quiere mantenerlas en su nivel actual.

Riad está además bajo presión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien considera que los precios del crudo están demasiado altos.

«Es hora de cambiar de rumbo y responder al mercado», declaró el ministro saudita de Petróleo, Khalid al Falí, al salir de reuniones con sus homólogos en Viena: «Confío en que al final prevalecerá la razón». Reconoció, sin embargo, que el petróleo «siempre se ha visto afectado por la política».

Arabia Saudita, el primer exportador mundial es favorable a incrementar el bombeo frente a una demanda creciente y a una oferta que podría verse afectada en los próximos meses por las tensiones geopolíticas. Pero Irán, uno de los pesos pesados del grupo petrolero, junto con otros países como Venezuela e Irak, es reacio a la medida y prefiere vender lo más caro posible su limitada producción.

«El aumento de precios es culpa del propio presidente estadounidense, no se puede tener todo», señaló el ministro iraní de Petróleo, Bijan Namdar Zanganeh, en Viena.

El martes el funcionario afirmó que «no habrá acuerdo» entre los países de la OPEP y sus socios acerca de las cuotas, en medio de tensiones entre los que quieren aumentar la producción y los que se oponen. «Se necesita unanimidad y no creo que en esta reunión podamos llegar a un convenio», indicó a su llegada a Viena, y acusó al presidente Donald Trump de ser responsable de los altos precios del crudo.

El ministro de Hidrocarburos de Ecuador, Carlos Pérez, confirmó que Irán, Irak y Venezuela encabezan el grupo de países contrarios a subir la producción. «Espero que tengamos un acuerdo en estas reuniones, que los países que se oponen sean un poco más flexibles, en beneficio de toda la organización», dijo.

Desde 2016, los 14 miembros de la OPEP y otros 10 países petroleros, entre ellos Rusia y México (la llamada OPEP+), tienen una alianza para limitar la producción. El pacto ha dado sus frutos, con precios al alza, que en el segundo trimestre de 2018 superan los 70 dólares el barril. Pero el nuevo contexto de precios altos ha hecho cambiar el consenso, y los 24 Estados se reunirán mañana y el sábado para buscar un nuevo pacto sobre las cuotas.


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