Los guardianes de la revolución de Irán anunciaron este jueves el derribo de un avión no tripulado de Estados Unidos, dedicado a operaciones de espionaje, cerca del estrecho de Ormuz, donde se registraron varios incidentes en el último mes.

El dron entró en el espacio aéreo iraní en las primeras horas de este jueves, sobrevolando la región de Koohe Mobarak, en la provincia meridional de Hormozgan, informaron los guardianes en un comunicado.

La fuerza aeroespacial de este cuerpo militar de élite fue la encargada de disparar contra el aparato, descrito en la nota como un avión espía estadounidense del tipo «Global Hawk». La Guardia Revolucionaria, designada grupo terrorista por Washington en abril pasado, denunció que el dron estadounidense «violó el espacio aéreo territorial iraní», en un momento de escalada de la tensión entre Teherán y Washington.

Esto ocurrió cerca del estratégico estrecho de Ormuz, por donde cruza una quinta parte del petróleo mundial, y a solo unos 80 kilómetros de los Emiratos Árabes Unidos y Omán.

El comandante en jefe de los guardianes, Hosein Salamí, subrayó que el derribo del avión no tripulado supone «un mensaje decisivo y claro» para que Estados Unidos respete «la integridad territorial, la seguridad nacional y los intereses vitales de Irán».

«Los defensores de las fronteras del Irán islámico mostrarán reacciones decisivas y directas a la agresión contra este territorio por parte de cualquier extranjero», advirtió el comandante, citado por la agencia Tasnim, vinculada al cuerpo militar.

Salamí recordó que las fronteras son «la línea roja» de Irán y que, aunque el país no está buscando una guerra con Estados Unidos, está «completamente preparado» para cualquier confrontación.

Por su parte, el Ministerio de Exteriores calificó en un comunicado el movimiento de Estados Unidos de violar el espacio aéreo de Irán de «agresivo y provocativo».

«Damos una advertencia decisiva contra la entrada ilegal de cualquier objeto o aeronave extranjeros en el cielo del país, y contra cualquier violación del territorio de la República Islámica», añadió la nota.

Este derribo coincide con un repunte de la tensión entre Irán y Estados Unidos en Oriente Medio, donde Washington ha decidido enviar más tropas y reforzar su despliegue militar de buques y misiles en el golfo Pérsico.

La crisis se ha agudizado asimismo tras un par de ataques a buques cisterna y petroleros en el estrecho de Ormuz, el último de ellos hace una semana, de los que Washington responsabiliza a Teherán.

Las autoridades iraníes han negado su implicación en estos hechos y han asegurado que si quisieran bloquear el estrecho e impedir el tránsito de petróleo, como ya han amenazado, lo harían abiertamente.

Estas amenazas de Irán están motivadas por las sanciones que impuso Estados Unidos a su sector petrolero el año pasado, cuando se retiró unilateralmente del acuerdo nuclear de 2015, y que fueron reforzadas en mayo con el fin de las exenciones a la compra de crudo iraní.


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