Las dos organizaciones políticas catalanas a favor de la independencia de la comunidad autónoma mostraron diferencias en torno a quién presidirá el futuro gobierno regional y cómo impulsar el eventual proceso de secesión.Entretanto, el presidente del gobierno de España, Mariano Rajoy, aseguró que los partidarios de la separación de Cataluña no han tenido el respaldo de la ley en su intento de ruptura Los comicios catalanes dieron la victoria a la heterogénea coalición Junts pel Si, con 62 escaños, mientras que CUP, izquierda radical, logró 10, lo que les daría la mayoría de la Cámara con 68 curules. Ambas fuerzas son partidarias de la independencia de la comunidad, que cuenta con 7,5 millones de habitantes y tiene el PIB más importante de España (19%), pero en conjunto quedaron por debajo del 48% de los sufragios en los comicios del domingo. El aspirante al gobierno por Junts pel Si es el actual presidente de Cataluña, Artur Mas, a quien la coalición presentará en el debate de investidura en pocas semanas. Sin embargo, el cabeza de lista de CUP, Antonio Baños, hizo hincapié en que no votará a Mas como presidente porque no quiere respaldar a «corruptos y recortadores» de servicios sociales. La posición abre la incógnita de si Mas tendrá que renunciar a sus pretensiones después de que su partido, Convergencia Democrática de Cataluña, ha dominado el Ejecutivo regional durante tres décadas y media, salvo un paréntesis de siete años. El otro punto de discrepancia es cómo emprender el hipotético proceso de independencia. Los líderes de Junts pel Si subrayaron que en breve habrá negociaciones con dirigentes de CUP, sin descartar otras fuerzas, para crear un gobierno de «amplio espectro» y avanzar hacia la independencia. Sin embargo, Baños dejó claro que su partido rechaza por el momento una declaración unilateral de independencia, algo que defendía en el caso de una victoria secesionista en votos y escaños.


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