El portavoz del gobierno de España, Íñigo Méndez de Vigo, respondió al presidente catalán Carles Puigdemont en un comunicado leído en el Congreso, y convocó para mañana un Consejo de Ministros extraordinario para avanzar en las gestiones que permitirán intervenir el gobierno de Cataluña.
Aseguró que el Ejecutivo pondrá todos los medios a su alcance para restaurar la convivencia pacífica en la región y frenar el deterioro de la seguridad jurídica.
“El gobierno de España continuará con los trámites establecidos en el artículo 155 de la Constitución para restaurar la legalidad en el autogobierno de Cataluña”, reiteró.
Lamentó la actitud de los responsables de la Generalitat, a los que acusó de buscar deliberada y sistemáticamente el enfrentamiento institucional y los acusó de daños a la economía catalana.
Puigdemont indicó previamente, en una carta enviada al presidente Mariano Rajoy, que si persiste en impedir el diálogo, el Parlamento de Cataluña declarará formalmente la independencia. Ayer venció el segundo y último plazo dado por el Ejecutivo para aclarar si declaró o no la independencia el 10 de octubre.
La canciller alemana, Ángela Merkel, y el presidente francés, Emmanuel Macron, ratificaron su apoyo claro al gobierno de Rajoy al inicio de la cumbre europea en Bruselas. El primer ministro belga, Charles Michel, ratificó que la posición de su gobierno con relación a la crisis institucional en Cataluña es condenar la violencia, llamar al diálogo entre las partes y al respeto del orden nacional e internacional.
El jefe del gobierno de Holanda, Mark Rutte, respaldó las decisiones del presidente español sobre la situación de Cataluña porque Rajoy actúa según el Tribunal Constitucional.. El primer ministro de Eslovenia, Miro Cerar, pidió respeto al orden constitucional. Su homólogo de Luxemburgo, Xavier Bettel, hizo hincapié en las conversaciones entre Madrid y los separatistas catalanes.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, afirmó que el conflicto debe ser resuelto en el marco de la legislación española.