La separación de la presidente  Dilma  Rousseff del cargo implica un nuevo descalabro para el gobierno de Nicolás Maduro, afirmó Carlos Romero, internacionalista y profesor de la Universidad Central de Venezuela. «En Brasil se inicia el proceso de un nuevo gobierno que estoy seguro va a ser más cauteloso en su alianza con Venezuela», añadió. Señaló que son muchos los elementos que llevaron a la situación que enfrenta la presidente suspendida que atañen y se vinculan con Venezuela, que  también han servido para mostrar lo turbio del manejo político y económico de ambos gobiernos. «Son notorios los problemas de corrupción, los ocultamientos de negocios que hay en Brasil y que se relacionan con Venezuela. Por supuesto la idea de la separación de Rousseff de la Presidencia da una imagen del eclipse del socialismo del siglo XXI en América Latina», aseveró. Con la salida de Rousseff del Palacio de Planalto es claro que Venezuela pierde un aliado estratégico en el contexto internacional. «El gobierno del Partido de los Trabajadores con Luiz Inácio Lula Da Silva fue siempre un apoyo para Caracas, el nuevo gobierno indiscutiblemente tendrá mucha discreción en su relación con nuestro país». Añadió que el intercambio comercial probablemente no sea tan amplio. «Tenemos que esperar a ver cómo será la nueva gestión en política exterior, pero seguro perjudicará la alianza, incluso en organismos como el Mercosur o la Organización de Estados Americanos porque ya no existe el factor ideológico, pero queda esperar su desenvolvimiento. Todo parece indicar que habrá un distanciamiento», afirmó el internacionalista. Lo sucedido en Brasil demuestra que hay vientos de cambio en América Latina y Venezuela no escapa de ellos, apuntó.


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