Hoy y con motivo del Viernes Santo, decenas de penitentes se hacen crucificar con clavos en cruces en varias localidades filipinas.En la aldea de San Pedro Cutud, a unos 30 kilómetros de San Fernando, Ruben Enaje, uno de los penitentes, será crucificado por trigésimo año consecutivo con clavos de acero de más de 7 centímetros.Mientras que la Iglesia católica advierte de que los sangrientos rituales pueden distorsionar el significado de la Semana Santa, la crucifixión en San Pedro de Cutud atrae cada año a multitudes de locales y turistas extranjeros.


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