El presidente de Bolivia, Evo Morales, acelera su campaña electoral para una tercera reelección mientras la presión comienza a acentuarse en el país con huelgas y protestas opositoras, que consideran inconstitucional la postulación.
El ex mandatario boliviano y candidato opositor Carlos Mesa afirmó que las alertas desde Bolivia sobre la salud de la democracia están llamando la atención de la comunidad internacional, como el expresado por una veintena de ex presidentes de Latinoamérica a través de un documento.
Ex gobernantes pidieron la semana pasada en una carta pública a la Unión Europea y a la Organización de Estados Americanos “a mantenerse vigilantes, y disponer las medidas preventivas y efectivas necesarias y apropiadas a la ruptura del orden constitucional y democrático ocurrido en Bolivia bajo la Presidencia de Evo Morales”.
Entre los firmantes, de acuerdo con un comunicado difundido por el ex presidente boliviano Jorge Quiroga, se encuentran Oscar Arias, José María Aznar, Fernando de la Rúa, Vicente Fox, Luis Alberto La Calle y Andrés Pastrana. Mientras tanto, Morales, ya sin escollos legales, pisó el acelerador a fondo para las elecciones primarias al reiterar desde su cuenta de Twitter sobre los beneficios que, según él, se obtuvieron en estos casi 13 años de gobierno de corte estatista y nacionalista. “Nos hemos organizado políticamente y construimos juntos una nueva Bolivia, con menos pobreza y más justicia social. Muchas gracias por su apoyo”, afirmó el gobernante, quien suele aparecer varias veces al día en la televisión estatal inaugurando en todo el país obras financiadas por el gobierno.
El oficialismo enfatizó en los últimos días su discurso de que nada ni nadie detendrán la candidatura del actual presidente para el mandato 2020-2025, por lo que podría permanecer en el poder 19 años. Además, el Ejecutivo insiste en que la candidatura de Morales recibió en noviembre de 2017 la autorización del Tribunal Constitucional que resolvió que era su derecho humano hacerlo.