El grupo yihadista Estado Islámico asumió este martes la autoría de la serie de ataques perpetrados el Domingo de Resurrección en Sri Lanka contra iglesias y hoteles de lujo que causaron la muerte de al menos 310 personas y más de 500 heridos.

«Los ejecutores del ataque que tuvo como objetivo los ciudadanos de los países de la coalición y cristianos son combatientes del Estado Islámico», dijo en un escueto boletín una fuente de seguridad a la agencia Amaq, afín a los yihadistas.

La autenticidad de esta información difundida a través de la red de mensajería Telegram no pudo ser verificada. 

La agencia de propaganda del grupo extremista hace alusión en su escrito a la coalición internacional, encabezada por Estados Unidos y que está integrada por 75 países. 

El portavoz de la Policía de Sri Lanka, Ruwan Gunasekara, indicó a Efe que el número de muertos en los atentados aumentó a 310 y hay más de 500 heridos. 

Entre los fallecidos se cuentan al menos 31 extranjeros, entre ellos dos españoles, un bengalí, dos chinos, ocho indios, un francés, un japonés, un holandés, un portugués, dos saudíes, dos turcos, seis británicos, dos angloestadounidenses y dos australianos. 

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia informó que 45 niños figuran en la lista de quienes perdieron la vida. 

El gobierno de Sri Lanka vinculó los ataques con el poco conocido grupo terrorista local de tintes islamistas National Thowheeth Jamath, aunque advirtió sobre posibles vínculos extranjeros. 

En Sri Lanka la población cristiana representa 7,4%; los budistas son 70,2%; los hinduistas 12,6% y los musulmanes 9,7%, de acuerdo con los datos del censo de 2011. 

Los países árabes y la institución de referencia del islam suní, Al Azhar, condenaron los «despreciables y brutales actos» que tuvieron como objetivo a las personas que asistían a misas en distintas iglesias y aquellas que se encontraban en los hoteles. 

Atentados de esta magnitud no habían tenido lugar en Sri Lanka desde la guerra civil entre la guerrilla tamil y el gobierno, un conflicto que duró 26 años, finalizó en 2009, y que causó, siguiendo los datos de la ONU, más de 40.000 civiles muertos.


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!