El fin de semana el autodenominado Estado Islámico asumió la autoría de atentados en Afganistán, Indonesia y Francia. Ayer, en el primer ataque el grupo cargó con un carro bomba contra un edificio gubernamental en la ciudad de Jalalabad, en el este de Afganistán, en el que murieron nueve personas.

En un escueto comunicado los yihadistas indican que perpetraron una operación suicida contra una sede del Ministerio de Hacienda.

En Indonesia 13 personas murieron y más de 30 resultaron heridas ayer en 3 atentados con explosivos en iglesias en la ciudad de Surabaya, isla de Java, en el peor hecho contra centros religiosos cristianos en el país desde 2000.

El jefe de la Policía Nacional, Tito Karnavian, responsabilizó de los ataques a una familia indonesia que regresó de Siria, incluidos dos hijos de 18 y 16 años de edad y dos hijas de 12 y 9 años.

Los ataques suicidas, reivindicados por el Estado Islámico, fueron sucesivos en la misa del domingo en una iglesia protestante, una católica y una pentecostal en la segunda mayor ciudad del país asiático, de mayoría musulmana.

En Francia un hombre acuchilló el sábado a cuatro personas y mató a una. El grupo terrorista reivindicó el ataque.

En Siria también estuvieron vinculados con un ataque explosivo en la ciudad de Idleb, en el noroeste del país. Un total de 28 personas murieron: 5 eran civiles, 10 combatientes de Hayat Tahrir al Sham, 8 pertenecían al Estado Islámico. Aún no han sido identificadas 5 de las víctimas.


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