Especialistas en temas internacionales consideran que la visita de Michelle Bachelet a Venezuela es un reconocimiento a la grave situación de violación de derechos humanos que hay en la nación. La alta comisionada de los Derechos Humanos llegará a Venezuela para realizar una inspección sobre la crisis del país.

El 20 de marzo de 2019 Bachelet realizó un informe oral en el que expresaba su preocupación “por la magnitud y la gravedad de la repercusión de la crisis actual sobre los derechos humanos, que constituye, además, un inquietante factor de desestabilización regional”.

El Consejo de Derechos Humanos de la ONU publicó un comunicado en el que pide una investigación sobre la situación de Venezuela. Entre el 11 y 22 de marzo de 2019 llegó al país una comisión técnica por invitación del régimen de Nicolás Maduro. Este contacto sentó las bases para que Bachelet visite el país.

La ONU reconoce la crisis

Mariano de Alba, experto internacionalista, indicó que Bachelet ha tenido que abocarse a la violación de derechos humanos en Venezuela, debido a que las Naciones Unidas han ejercido presión para que se investigue la situación.

“Los países miembros han estado pendientes de Venezuela y las organizaciones de derechos humanos pidieron la visita de Bachelet”, aseguró De Alba. Luego de la visita, la jefe del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos debe entregar un informe oral sobre lo observado a finales de este mes.

Agregó que durante décadas, en el gobierno del fallecido presidente Hugo Chávez y después con Maduro, se ha tratado de ocultar la crisis al no aceptar visitas de actores internacionales y al no ofrecer cifras oficiales.

“El informe va a dejar en evidencia al régimen, porque es el responsable directo de la crisis debido a que es el que ejerce el poder. Venezuela es un país donde quien tiene el control de las instituciones del Estado no le interesa los ciudadanos”, afirmó.

¿Qué se espera?

De Alba señaló que Bachelet debe reunirse con todos los sectores del país para que pueda tener información de primera mano sobre la situación que viven los venezolanos. Debería informarse de las condiciones de hospitales, geriátricos y las instituciones públicas.

Hay situaciones documentadas que podrían servir para demostrar las reiteradas denuncias. En 2018 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA otorgó medidas cautelares para los niños de servicio de Nefrología en el hospital J. M. de los Ríos, de los cuales murieron 4 en 20 días en marzo.

La organización Foro Penal asegura que hay 715 presos políticos en el país. En un informe divulgado por la ONU en 2018 dicta que “al menos 570 personas, incluidos 35 niños, fueron detenidas arbitrariamente entre el 1° de agosto de 2017 y el 30 de abril de 2018”.

Resultados

Además del informe oral a finales de junio, Bachelet deberá entregar otro escrito en septiembre. Estos registros serán el precedente que habrá dejado su llegada al país. Sin embargo, la ONU no tiene la capacidad de accionar con sanciones, intervenciones o presión sobre el régimen de Maduro. “Bachelet no tiene las herramientas para resolver la situación en Venezuela ni resolver las violaciones de derechos humanos en sí”, aseguró De Alba.

La comunidad internacional estará atenta a los resultados y puede que desencadene presión de manera individual sobre Maduro y sus allegados, debido a que la situación afecta a toda la región.

Bachelet ha desestimado que medidas como las sanciones ayuden a aliviar la crisis, como lo afirmó en su último informe: “Aunque esta devastadora crisis social y económica comenzó antes de la imposición de las primeras sanciones económicas en 2017, me preocupa que las recientes sanciones sobre las transferencias financieras derivadas de la venta de petróleo venezolano en Estados Unidos puedan contribuir a agravar la situación económica, con posibles repercusiones sobre los derechos básicos y el bienestar de la población”.

El régimen se ve acorralado

El régimen intentará ocultar la realidad de la situación venezolana al tratar de controlar la visita de Bachelet, pero cree que su venida “es una prueba contundente de la magnitud de la crisis, quedarse al margen es irresponsable”, según el internacionalista Félix Arellano.

Arellano aseguró que Maduro ha quedado aislado de la comunidad internacional y empieza a hacerlo con sus aliados: Rusia y China.

Enfatizó que para Rusia no representa una mayor consecuencia declarar una violación de derechos humanos en el país. Por el contrario, China ha tratado de respetar los organismos multilaterales y no le beneficiaría mostrarse cercano a Venezuela.

El especialista indicó que “pareciera que Nicolás Maduro aspira a que la ONU sea un aliado y no lo será, será un crítico”.

Aseguró que la oposición debe estar preparada con informes que documenten la cantidad de violaciones de derechos humanos en el país.


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