Las embarazadas venezolanas cruzan la frontera al estado brasileño Roraima para dar a luz. El estado registraba un promedio de 8.000 partos anuales y en 2017, tras el aumento de la emigración de los venezolanos, aumentó a 12.000.

Verónica González, venezolana con 32 semanas de gestación y 17 años de edad, tuvo que trasladarse en autobús desde Caracas hasta la frontera con Brasil debido a la falta insumos médicos que hay en el país, reseñó El País de España.

“Si hubiera decidido tener a mi hija en Venezuela, tendría que comprar todo lo necesario para el parto: gasas, toallas, medicamentos y hasta la bombilla de la sala del hospital. No es fácil encontrar esos artículos y, cuando los encuentras, son carísimos. Aquí ya sabía que todo sería gratis”, dijo González.

Ana Carina Airestra, otra ciudadana venezolana de 23 años de edad en la misma situación, detalló que a pesar a haber podido tener a su hija en Venezuela prefirió irse al estado fronterizo porque ahí es posible suministrarle sus comidas y medicamentos necesarios.

“Sería imposible mantenerla viva en esas condiciones sin los alimentos ni los medicamentos necesarios. Le he dicho a mi marido que me vendría a Brasil aunque él no quisiera”, indicó Airestra.

Con información de El País


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