Los demandantes de asilo en la Unión Europea (UE) tienen derecho a permanecer en el país donde han pedido protección hasta que se resuelvan todos los recursos y haya una decisión final en su caso, aunque su solicitud inicial fuese denegada.

La medida fue determinada este martes por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE).

En un comunicado, el TJUE señaló que la autorización a una persona a que permanezca en un Estado miembro para ejercer su derecho al recurso contra el rechazo no implica que, una vez se adopte la decisión en su contra, la persona se convierta en ilegal.

«La protección inherente en el derecho a un remedio efectivo y en el principio de no devolución debe garantizarse otorgando al solicitante de protección el derecho al remedio (…) al menos ante un cuerpo judicial», explica el comunicado.

«Todos los efectos de la decisión de retorno (del solicitante) deben quedar suspendidos durante el periodo previsto para recurrirla y, si se presenta el recurso, hasta la resolución del mismo», explicó el TJUE,

En este proceso, el país al que le realizan la solicitud debe asegurar que no se inicie el periodo de retorno voluntario y que la persona no quede detenida de forma previa a la deportación. Además, la persona debe mantener su estatus como solicitante de asilo hasta que se adopte la decisión final sobre su demanda y el país debe asegurar que esté  informada de forma transparente sobre sus garantías.

La decisión prejudicial permite a los tribunales de los Estados miembros referir cuestiones al TJUE sobre interpretaciones de la ley comunitaria, si bien la corte europea no decide sobre el caso y es el tribunal nacional el que debe resolverlo de acuerdo a la decisión del TJUE. 


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