Madrid. Las elecciones generales del domingo en España cambiaron de forma irremediable el panorama político español, dejando un Parlamento fragmentado en el que ningún grupo puede gobernar en solitario.La irrupción de dos nuevos partidos acabó con el modelo tradicional de dos grandes fuerzas políticas en España y los españoles hacían cuentas el lunes para barajar las posibles combinaciones. A continuación, un vistazo a algunas alianzas que se plantean.El escenario más barajado en los sondeos previos a las elecciones resultó no ser factible una vez contados los votos. La alianza entre el conservador Partido Popular (PP) y el recién llegado Ciudadanos, un partido nuevo con políticas afines al sector empresarial de España, era una de las opciones más mencionadas en los análisis previos.A la hora de la verdad, los votantes entregaron 123 escaños al gobernante Partido Popular y 40 a Ciudadanos. Eso da a los hipotéticos socios un total 163 diputados, lejos de los 176 necesarios para establecer un gobierno en la primera ronda.El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, dijo el lunes a varios medios que su grupo estaba dispuesto a abstenerse en una sesión de investidura si el presidente en funciones y candidato a la reelección, Mariano Rajoy, intenta formar gobierno. Rivera instó al socialista PSOE a hacer lo mismo en aras de la estabilidad, pero el principal grupo opositor rechazó esta idea.Otra opción matemática sería una alianza entre el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), que pese a sufrir un gran golpe se mantiene como segunda fuerza política, y los dos recién llegados. Podemos, una formación de ultraizquierda con origen en las protestas callejeras de los «indignados» en España, podría resultar más afín al PSOE en materia de reformas sociales. Ciudadanos, que está más en el centro del espectro político, podría encontrar terreno común con sus propuestas contra la corrupción.Podemos ha conseguido 42 diputados, pero su influencia en el congreso de España asciende a 69 parlamentarios cuando se suman sus aliados. La suma de todos ellos, PSOE y Ciudadanos sí daría mayoría absoluta, aunque agrupando a diputados de corrientes políticas muy dispares.»Este es el escenario menos negativo desde la perspectiva del mercado», indicó la consultora Eurasia en una nota. «Sin embargo, la cooperación entre los tres sería un desafío, llevando a un cierto grado de incoherencia política».El primer obstáculo para esta alianza entre el segundo, tercero y cuarto más votado sería su estrategia en Cataluña. Ciudadanos es un partido de origen catalán que defiende a ultranza que la región nororiental permanezca dentro de España. Aunque Podemos ha señalado que prefiere evitar la secesión catalana, sí ha exigido como uno de sus cinco requisitos para formar gobierno que se celebre un referendo independentista en Cataluña, algo que Ciudadanos considera una condición inaceptable.Si se descarta un gobierno que aúne a Podemos y Ciudadanos la siguiente opción para el PSOE sería aliarse con otras formaciones más pequeñas. Izquierda Unida, que fuera durante años la tercera fuerza política de España y el refugio tradicional de los votantes más a la izquierda, se ha visto reducida a tan sólo dos parlamentarios. La alianza de izquierdas se quedaría así con 161 y le faltarían 15 diputados para la mayoría absoluta.Eso obliga a los socialistas a mirar a los grupos nacionalistas e independentistas. La llave la tendrían los catalanes Esquerra Republicana de Catalunya, con 9, y una coalición heredera del desaparecido Convergencia y Unió, con 8.El PSOE ha dicho estar dispuesto a modificar la estructura territorial de España para adoptar un modelo federal en el que regiones como Cataluña disfruten de más autonomía, pero hasta ahora se ha resistido a aceptar un referendo como exigen Podemos y las formaciones independentistas.»Los catalanes no han enviado al parlamento diputados unionistas, han enviado diputados independentistas», comentó el catedrático de ciencias políticas de la estatal Universidad Nacional de Educación a Distancia, Ramón Cotarelo. «Qué ironía que al final puede resultar que la llave de un gobierno en España de izquierdas sean los independentistas», señaló.»Es una coalición muy rara y sería en cualquier caso muy inestable», señaló a su vez el politólogo José Piquer, experto en Relaciones Internacionales de IE University.Este modelo, aunque novedoso en España, ya funciona en otros países europeos como Alemania o Austria.  La coalición sería la opción de gobierno «menos frágil», según indicó el lunes en una nota el economista de la consultora Unicredit Research Edoardo Campanella.El analista señaló en su nota que este gobierno afrontaría dificultades por sus diferencias en política fiscal, así como la propuesta socialista de conceder más autonomía a Cataluña, frente a la preferencia del Partido Popular de mantener la relación con la región tal como está.»Otro obstáculo adicional lo suponen las fricciones personales entre los dos líderes de los partidos, el señor Rajoy y el señor Sánchez», señaló la consultora. Ambos mantuvieron un debate electoral en tono agrio y salpicado de acusaciones personales. Eso ha hecho que algunos medios planteen la posibilidad de que Rajoy, Sánchez o ambos sean relevados al frente de sus partidos por líderes más dispuestos a colaborar.Esta alianza también podría ser difícil de asumir para los votantes de ambas formaciones. El conservador Partido Popular ha insistido en atribuir los efectos de la crisis económica -que aún hoy mantiene a España con un 21% de desempleo- a la gestión del anterior gobierno socialista. Por el contrario, los socialistas guardan escaso afecto por el gobierno de Rajoy, que ha introducido impopulares medidas de austeridad para combatir las dificultades económicas.Si ningún grupo consigue formar gobierno en dos meses, el rey de España, Felipe VI, jefe del Estado, convocaría a nuevas elecciones.»Es muy probable que si no hay un acuerdo a mitad o finales de enero, podamos plantearnos más seriamente nuevas elecciones», señaló Piquer. «Creo que al final habrá un acuerdo, porque ni a Ciudadanos le conviene… ni creo que a PSOE le interese, pero está muy complicado llegar a un acuerdo con 10 partidos de la izquierda, es casi imposible», añadió.


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