Entre puños y empujones de oficialistas y opositores, el Consejo de Ética de la Cámara Baja de Brasil reanudó ayer el proceso para la destitución del presidente del Parlamento, Eduardo Cunha, acusado de cometer actos de corrupción relacionados con Petrobrás, empresa estatal.El juicio político contra Cunha fue interrumpido el miércoles pasado por la Mesa Directiva de la Cámara Baja, controlada por él mismo, que impugnó el nombramiento del diputado Fausto Pinato como instructor del caso. La Mesa argumentó que, según la normativa interna, el instructor no puede pertenecer al bloque parlamentario del acusado, por lo que Pinato fue reemplazado por el diputado Marcos Rogério, del Partido Democrático Laborista, quien aseguró que presentará un primer informe sobre el caso en una sesión el martes.La Fiscalía afirmó que Cunha recibió de la red de corrupción en Petrobras por lo menos 5 millones de dólares, que mantuvo en cuentas secretas en bancos suizos.Presidencia. La presidente  Dilma Rousseff informó en una nota oficial, de un párrafo, que acordó mantener  «una relación provechosa, tanto personal como institucionalmente» con el vicepresidente de Brasil. Michel TemerEl funcionario confirmó que mantuvo una reunión privada con Rousseff para llevar una relación lo más productiva posible. Temer sería el sucesor de Rousseff sí la mandataria impugnada en un juicio político fuese destituida.


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!