La alcaldía de Bogotá trasladó este martes a alrededor de 300 venezolanos que habían acampado cerca del terminal de autobuses y que fueron reubicados en un barrio del occidente de la capital entre protestas de los emigrantes y de los vecinos.

Durante la mañana, miembros de la Secretaría de Integración de Bogotá, de la Policía y gestores de convivencia de la capital llegaron al campamento para iniciar el traslado de los venezolanos en autobuses hacia la localidad de Engativá, en donde han ubicado un albergue con todos los servicios que no tenían en el lugar que habían acampado.

Raúl Buitrago, el secretario general de la alcaldía, aseguró a medios locales que sostuvo un diálogo con los venezolanos para informarles que cuentan con toda la ayuda posible para integrarse, o para continuar con su viaje.

Los primeros en ser reubicados fueron los ancianos y los niños que vivían hacía cuatro meses aproximadamente en carpas, hechas con plásticos en su mayoría, en un parque cercano al terminal, y sin ningún tipo de servicios básicos.

«Me siento bien de haber salido de ahí, porque estábamos en un azote», dijo a periodistas Estelita López, una emigrante de 80 años  de edad que llevaba tres semanas viviendo en el asentamiento junto a su familia.

Aunque muchos de ellos subieron a los carros y fueron reconocidos en la lista de beneficiados, otros entonaron el himno de su país, con la bandera en las manos, y por medio de cánticos, aseguraron que no iban a desalojar el campamento.

«Queremos que se presente el gobernador, o el alcalde, y que hablen con nosotros, porque no nos vamos», aseveró uno de los extranjeros con la bandera de Venezuela en sus manos.

La llegada de los venezolanos a Engativá, donde fueron reubicados, fue rechazada por habitantes, del sector se manifestaron con pancartas que critican la llegada de los emigrantes a la zona.

«La alcaldía traslada el problema. El traslado no es la solución», se podía leer en una de las pancartas.

Cerca de 2,3 millones de venezolanos han abandonado su país ante la crisis que allí se vive, y alrededor de un millón se han asentado en Colombia, según datos de la Organización de las Naciones Unidas.


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