La Comisión Interamericana de Derechos Humanos aseguró ayer, durante una sesión extraordinaria de la Organización de Estados Americanos, que el número de muertos por la acción represiva del Estado durante las protestas contra el gobierno en Nicaragua ascendió a 212 personas.

En el informe la Comisión apuntó que los hechos represivos causaron, hasta el 19 de junio, además, 1.337 heridos y 507 personas privadas de libertad registradas hasta el 6 de junio.

“La comisión concluye que el Estado de Nicaragua violó los derechos a la vida, integridad personal, salud, libertad personal, reunión, libertad de expresión y acceso a la justicia”, señaló el informe.

En el documento el organismo sostiene que la violencia gubernamental ha estado dirigida a disuadir la participación en las manifestaciones y sofocar esta expresión de disenso político. Por ello formuló un llamado al gobierno de Nicaragua a alcanzar una solución constitucional, democrática y pacífica.

El secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, dijo que el tiempo va en contra de Nicaragua y subrayó que se necesita una respuesta política para resolver las tensiones en ese país.

Carlos Trujillo, representante de Estados Unidos ante el organismo, afirmó que Washington condena la campaña de intimidación que lleva adelante el gobierno de Nicaragua. Insistió en la realización de elecciones generales anticipadas como la mejor salida a la crisis.

En la presentación del informe la relatora para Nicaragua de la CIDH, Antonia Urrejola, aseguró que la Policía Nacional nicaragüense y grupos paramilitares han implementado un patrón de violencia destinado a disuadir a los manifestantes.

“Existe un patrón de actuación de antimotines, grupos paramilitares y terceros armados actuando con la dirigencia de la policía”, afirmó.

La representante del gobierno de Venezuela, Carmen Velásquez, opinó que su gobierno rechazaba la violencia con fines insurreccionales para derribar al gobierno de Daniel Ortega.


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