Éric Drouet, el más mediático de los «chalecos amarillos» desde el inicio de ese movimiento contestatario en Francia hace cinco meses, declaró este miércoles que abandona la primera fila cansado de las amenazas que asegura recibir a diario.

En un mensaje y un video publicados en Facebook, con un análisis al detalle de su vida, dijo que está harto de los insultos dirigidos tanto a él como a su familia, así como de las amenazas y del trato recibido en los medios de comunicación y en las redes.

«Seré un mero ‘chaleco amarillo’ durante un buen tiempo, ni más ni menos. Esto no afecta para nada al movimiento; seguimos estando ahí», destacó Drouet, camionero de 34 años de edad que impulsó la primera manifestación el 17 de noviembre del año pasado. Desde entonces se convirtió en uno de los rostros más reconocibles de la protesta, especialmente después de que el 5 de diciembre anunció en televisión su intención de tomar el Elíseo, unas declaraciones que le valieron la apertura de una investigación judicial por incitación a cometer un delito.

El hombre también tiene abiertos expedientes por portar un arma no autorizada, una porra, lo que le podría acarrear hasta seis meses de cárcel.

Drouet, que lamentó que algunas críticas hayan procedido de miembros del mismo movimiento, aseguró que los «chalecos amarillos» no tienen ni jefes ni líderes, y dejó claro que seguirá participando en las protestas aunque sea de incógnito.

El pasado sábado, en la última manifestación, alrededor de 27.900 «chalecos amarillos» se manifestaron en todo el país, en una actividad en la que el fuerte despliegue policial limitó los disturbios de anteriores fines de semana.

Drouet quiso dejar claro que no se aparta temporalmente por miedo, a menos que sea el miedo de poder llegar a «cometer alguna tontería» como consecuencia de toda la presión recibida.


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