Unas 3.9 millones de colombianas son víctimas del conflicto armado que sufre el país desde hace más de 50 años, en los que además de desplazamientos, asesinatos y persecución han padecido el 90% de los ataques sexuales registrados desde 1985, según cifras oficiales divulgadas hoy.Los datos fueron expuestos por la gubernamental Unidad de Víctimas, que con motivo del Día Internacional de la Mujer lanzó la campaña «La paz tiene nombre de mujer», explicó la entidad en un comunicado.Esta iniciativa, que busca «visibilizar la importancia de la mujer como protagonista fundamental de la paz y la reconciliación», se apoya en una cruda realidad: las colombianas son el 50% de las víctimas del conflicto y, en muchos casos, quedan como responsables de las familias destrozadas por la violencia.Según datos de la Unidad, 3,928,650 mujeres son víctimas del conflicto armado, que definió como «esencialmente patriarcal», siendo el desplazamiento, homicidio, amenazas, desaparición forzada y pérdida de bienes los hechos victimizantes que más sufren.»Sin embargo, son los delitos contra la integridad sexual los que más afectan a las mujeres comparativamente», destaca la entidad, que subraya que casi el 90 % de estos crímenes registrados desde 1985, que ascienden a un total de 13,185, se cometió contra ellas.Precisamente porque el conflicto «ha impactado la integridad femenina de una manera diferenciada», la Unidad consideró que «haber sufrido estos delitos sería considerado como un criterio de priorización en la entrega de la indemnización administrativa».Hasta el pasado 1 febrero, la Unidad ha compensado económicamente a 5,518 mujeres víctimas de violencia sexual por un valor de casi 33.3 millones de pesos y se ha «brindado acompañamiento psicológico y social para superar el dolor» a casi 70,000 mujeres hasta el mes pasado.Con respecto al total de hechos victimizantes, se ha indemnizado hasta la fecha a 348,809 mujeres, agregó la información.»Las mujeres han resistido la guerra en Colombia, han padecido la desaparición de padres, hijos y hermanos, han pasado por el desplazamiento forzado y, aun así, han encontrado fuerzas para seguir exigiendo sus derechos e impulsando procesos de reparación y reconciliación», apuntó la directora de la Unidad para las Víctimas, Paula Gaviria Betancur. 


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