El ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Aloysio Ferreira Filho, consideró este miércoles que es el deber de los países miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) no quedarse «de brazos cruzados» ante la crisis que se vive en Venezuela.
«¿Qué podemos hacer? Es evidente que solo los venezolanos pueden resolver sus problemas para llegar a una solución legítima y duradera. La comunidad internacional debe adherirse al principio de no intervención y no quedarnos de brazos cruzados. La indiferencia no es opción», destacó Ferreira durante la vigésimo novena reunión de cancilleres celebrada este 31 de mayo en la sede de Washington de la organización interamericana.
El representante brasileño expresó que es necesario que se realicen «elecciones libres donde los actores políticos puedan actuar sin represalias o sin ser inhabilitados».
Explicó que las muertes producidas por la «represión despiadada» en protestas de los últimos 60 días «sólo ha recrudecido la desesperación de los venezolanos», quienes se niegan a dejar las calles debido al «déficit de democracia en Venezuela perceptible plena vista con la presencia militar y violación de derechos humanos».
Ferreira indicó que el mayor aporte que puede realizar la OEA y sus países miembros es actuar como facilitadores absolutamente indispensables y realizar iniciativas como mantener en pie las reuniones de cancilleres para seguir conversando situación de Venezuela y hacer seguimiento a la misma.