Al menos 351 nicaragüenses han muerto y otros 261 están desaparecidos en la represión desatada por el gobierno contra las protestas que comenzaron el 18 de abril en el país, informó la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos.

Del total de fallecidos, 306 eran civiles, 28 formaban parte de grupos paramilitares que defienden al gobierno de Daniel Ortega, 16 eran policías y 1 era miembro del Ejército, según un informe preliminar leído por Álvaro Leiva, secretario general de la asociación de derechos humanos

Además, 2.100 personas han resultado con heridas entre graves y leves, y no tuvieron acceso a la atención médica oportuna del sistema de salud pública, de los cuales 51 han sufrido lesiones con daño permanente.

El informe tiene como corte la medianoche del martes, mientras que el anterior reporte de la asociación, que analizaba hasta el 2 de julio, recogía una cifra de 309 muertos desde el 18 de abril, lo que  indica que entre el 2 y el 10 de julio 42 personas han muerto en la represión de las protestas

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos denunció la profundización de las formas de represión contra los manifestantes, en la presentación de un reporte en una sesión del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos.

El secretario ejecutivo de la CIDH, el brasileño Paulo Abrao, dijo que los detenidos por las autoridades nicaragüenses han sido víctimas de “violencia, malos tratos e incluso tortura antes de ser trasladados a la sede de la Policía Nacional”. Frente a estas incriminaciones, el canciller de Nicaragua, Denis Moncada Colindres, acusó a la CIDH de no ser objetiva en la elaboración del análisis.

La representante venezolana en la OEA, Sara Lambertini, rechazó el documento porque lo consideró “parcializado y carente de objetividad”.

La oposición nicaragüense intensificará a partir de mañana la presión con una manifestación y un paro general, pero el gobierno, en contraofensiva, prepara una marcha de conmemoración revolucionaria hacia Masaya, la ciudad más rebelde del país.


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!