La Asamblea General de la OEA se instaló este miércoles en Colombia con un llamado del presidente Iván Duque a doblegar la dictadura en Venezuela y a ampliar la atención de la crisis migratoria en todo el continente.

“Nuestro deber es la dictadura finalizada, nuestro deber es la dictadura doblegada”, declaró el presidente colombiano conservador durante la sesión inaugural del órgano principal de la Organización de Estados Americanos que sesionará hasta este viernes en la ciudad de Medellín.

El mandatario pidió, además, al resto del continente adoptar un estatus temporal de protección migratoria que les permita a los venezolanos acceder a todos los bienes y servicios para aliviar su situación.

De acuerdo con la ONU, un cuarto de la población venezolana –equivalente a 7 millones de personas– requiere atención humanitaria urgente, mientras 4 millones emigraron desde 2015 debido a la debacle económica en el país.

La crisis de la otrora potencia petrolera fue el eje central del encuentro. Antes, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, denunció la acción deliberada, represora y opresora del gobierno chavista contra los venezolanos.

“Para salir de las dictaduras del siglo XXI no hay una fórmula mágica, no hay una bala de plata”, dijo el jefe del organismo en conferencia de prensa.

Almagro argumentó que a los gobiernos que rechazan a Maduro les corresponde, en consecuencia, seguir generando presión sobre la dictadura en busca de su aislamiento.

Aunque Duque aplaudió a Almagro y apoyó su reelección como jefe del organismo en 2020, también fue crítico con la OEA, y le pidió ser capaz de denunciar a tiempo las dictaduras porque, según él, «por años se miró al costado cuando se estaba destruyendo (…) Venezuela”.

Desmienten complot

Antes de la inauguración de la asamblea de la OEA, el gobierno venezolano aseguró que había desbaratado un plan de golpe de Estado que incluía el asesinato del líder chavista y la proclamación de un general retirado como mandatario.

Sin aludir nunca de manera directa a lo dicho por Venezuela, el canciller colombiano, Carlos Holmes Trujillo, defendió en rueda de prensa su actuación legal, política y diplomática frente al país vecino.

Almagro fue más punzante y le restó importancia a las declaraciones del ministro de comunicación de Maduro: “Difícilmente he visto algo que tenga menos seriedad que las acusaciones de Jorge Rodríguez en cualquier tema”.

El gobierno de Colombia secunda a Estados Unidos en la presión diplomática que busca forzar la salida de Maduro del poder y apoya al jefe de la oposición Juan Guaidó como presidente interino.

La asamblea de la OEA que se celebra por tercera vez en el país también abordará la situación en Nicaragua, sacudida por una ola de protestas antigubernamentales desde abril de 2018 que desataron una violenta represión con miles de víctimas entre muertos, heridos y exiliados.

Durante el encuentro que termina el viernes también se discutirá la implementación del acuerdo de paz con la ex guerrilla de las FARC, así como el asesinato de casi medio millar de líderes sociales y/o activistas de derechos humanos en Colombia desde la firma del histórico pacto que puso fin a más de medio siglo de conflicto.

Críticas a Bachelet

Almagro aprovechó el encuentro de la OEA para reprochar unas declaraciones de la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, en su reciente visita a Caracas, y argumentó que le daban “aire al régimen oprobioso” de Maduro.

El jefe de la OEA embistió contra la ex presidente chilena que expresó su preocupación por las sanciones económicas de Estados Unidos a las exportaciones venezolanas de petróleo y el comercio de oro, porque, dijo, agravan “la preexistente crisis económica”. Pero, a juicio de Almagro, “la peor sanción contra el pueblo venezolano son los ladrones que están sentados en la dictadura”.

El gobierno de Maduro desvinculó a Venezuela de la OEA en un proceso iniciado en 2017 y que concluyó en abril, pero un delegado de Guaidó representa al país desde esa misma fecha.


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