El canciller Jorge Arreaza se reunió ayer con los representantes diplomáticos de países miembros de la Unión Europea acreditados en Caracas, con el objetivo de expresar el enérgico rechazo del gobierno a la decisión del Consejo del bloque.
Desde la Casa Amarilla, el ministro lamentó la adhesión de la UE a lo que calificó como estrategia intervencionista del gobierno de Estados Unidos que amenazó, incluso, con el uso de la fuerza militar sobre Venezuela.
“Lo más triste es que se ponen a la cola no solo del gobierno de Estados Unidos sino precisamente de la administración del presidente Donald Trump, que amenazó a Venezuela con una intervención militar”, manifestó.
Indicó que el gobierno se reserva el derecho a la defensa con respuestas concretas. “Vamos a hacer un análisis integral, porque no podemos permitir que se agreda nuestra soberanía de esa manera”, afirmó.
El canciller venezolano denunció que hubo presiones en contra de los países de la UE para que se plegaran a la decisión del Consejo.
“Dicen ellos que es para propiciar el diálogo entre las partes, pero les decía que desde el año 2014 las sillas de la delegación gubernamental ya están calientes de tanto tiempo que hemos estado esperando que la oposición se digne a apostar por la paz, renuncie a la violencia y se sume a un proceso de diálogo nacional necesario; son ellos los que no quieren sentarse”, aseguró.
En la reunión participaron los representantes diplomáticos de Alemania, Austria, Francia, Grecia, Italia, Polonia, Portugal, España, Reino Unido, Países Bajos y de la UE.