La ONG Amnistía Internacional (AI) denunció hoy que el Gabinete del presidente interino de Brasil, Michel Temer, que no incluye mujeres y elimina una cartera fundamental en materia de derechos humanos, constituye un retroceso que puede poner en riesgo garantías básicas. «La falta de diversidad en la composición del gobierno, que no tiene ninguna integrante mujer o afrodescendiente» y «la extinción» del Ministerio de la Mujer, Igualdad racial y derechos humanos «son un indicio más de los riesgos de fragilidad del marco institucional responsable por garantizar los derechos humanos», sostuvo AI en un comunicado.La organización insistió en los «graves retrocesos» en materia de derechos que imperan en «la agenda legislativa» de Brasil y que, a su juicio, afectan especialmente «a grupos históricamente marginados, incluyendo mujeres, afrodescendientes, pueblos indígenas y comunidades tradicionales». En este sentido, apuntó al Estatuto de la Familia , que se limita a la unión entre un hombre y una mujer, y al Estatuto de Desarme, que autoriza a investigados o procesados por crímenes como robo, homicidio o narcotráfico a adquirir armas legalmente y reduce de 25 a 21 años la edad mínima de las personas que pueden comprarlas. Ambas iniciativas todavía no cuentan con la aprobación definitiva del Congreso brasileño pero, según AI, ponen en evidencia la debilidad que enfrentan las garantías mínimas en el país. La organización criticó también la polémica ley antiterrorista, sancionada en marzo, que «por contener lenguaje sumamente vago, pude ser aplicada para criminalizar movimientos sociales y protestas pacíficas», lo que ya ha sido duramente censurado por otros organismos y asociaciones internacionales. Amnistía urge a las autoridades a «reafirmar su compromiso con los derechos humanos» y a «cumplir plenamente con sus obligaciones internacionales». El llamamiento de AI coincide con el primer día de actividad del equipo del presidente interino, Michel Temer, que asumió el jueves en sustitución de Dilma Rousseff, tras la decisión del Senado de abrir un juicio político con fines destituyentes en su contra. Temer ocupará la Presidencia al menos durante los 180 días que puede durar el proceso contra Rousseff y, en caso de que la presidenta fuera finalmente destituida, se mantendría en el cargo hasta el 1 de enero de 2019.  


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