El alto comisionado de la Organización de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Filippo Grandi, pidió este sábado flexibilidad a los gobiernos de América Latina sobre los documentos requeridos para el ingreso de los venezolanos, en la que se considera la mayor diáspora en la región en los últimos años.

En una rueda de prensa en Quito, el alto representante dijo que el gran problema existente ahora es el tipo de documentación que portan los venezolanos al salir de su país, pues los gobiernos necesitan identificar a quienes cruzan sus fronteras

«Nuestro consejo a todos los gobiernos de la región es que sean lo más flexibles posibles en este asunto, entendiendo que hay personas que no tienen la documentación y que para aquellas personas hay que buscar una solución», dijo.

Ello para evitar que la gente sea devuelta a Venezuela contra su voluntad, lo que «creo que todos los gobiernos concuerdan que no se puede hacer», comentó.

El mandatario de la Acnur felicitó al gobierno de Ecuador y a la región por haber mantenido las fronteras abiertas pues «no todos los gobiernos en el mundo están manteniendo las fronteras abiertas para la gente que lo necesita». El alto comisionado indicó que se requieren 46 millones de dólares para responder a las necesidades de los refugiados y los migrantes.

De acuerdo con un documento de la Acnur, hasta el momento se han recaudado 25,5 millones de dólares, por lo que el alto funcionario expresó su esperanza de que en una reunión que tendrá lugar en noviembre próximo en Quito, logren avances en los planes económicos.

El canciller ecuatoriano, José Valencia, confirmó a EFE que aún no se ha concretado la fecha de la reunión, para lo cual mantienen diálogos con representantes de diferentes naciones. Será la segunda cita técnica de ese tipo después de la realizada a principios de septiembre, en la que participaron una decena de países, pero que no contó con representantes del gobierno de Venezuela, pese a que Caracas estaba también invitada.

Valencia expresó su esperanza de que a esa segunda cita el gobierno de Nicolás Maduro envíe una delegación al país. «Ecuador considera que el gobierno venezolano tiene mucho que hacer y mucho que decirnos a fin de facilitar la vida de sus connacionales fuera de su país», comentó el canciller al insistir en que la migración venezolana es un asunto complejo que involucra a toda la región.

Grandi comentó que, además de apoyo humanitario, las naciones que acogen migrantes venezolanos requieren otro tipo de ayuda para fortalecer sistemas educativos y de salud, entre otros, que son desafíos de largo plazo. «Necesitamos ayudar a los gobiernos a establecer medidas para mejorar la situación de empleo no solo de los venezolanos sino también de las comunidades locales, donde se sufre de desempleo», apuntó. Y subrayó que todo ello requiere una intervención estructurada de organizaciones bilaterales, así como de instituciones financieras internacionales.


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