Estados Unidos ha anunciado su retirada este sábado del Pacto Mundial de la ONU sobre Migración y Refugiados, una decisión tomada en último término por el presidente, Donald Trump.
La embajadora ante las Naciones Unidas, Nikki Haley, tuvo que declarar la salida de la organización.
“Estamos orgullosos de nuestra herencia de inmigrantes y nuestro liderazgo moral al brindar apoyo a las poblaciones de migrantes y refugiados en todo el mundo”, declaró Haley.
Estados Unidos termina así su vinculación con un pacto basado en la declaración de Nueva York de 2016, al que se unió el entonces presidente Barack Obama, y por la que el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), debía proponer a la Asamblea General en 2018 un plan de acción para movimientos de inmigrantes y refugiados.
“Nuestras decisiones sobre las políticas de inmigración deben ser tomados por los estadounidenses y solo por los estadounidenses. Nosotros decidiremos la mejor forma de controlar nuestras fronteras y quien recibirá autorización para entrar en nuestro país”, aseguró Nikki Haley.