Ferrari logró este domingo en Mónaco su primer doblete desde 2010: el alemán Sebastian Vettel ganó la carrera y se afianza como líder del mundial de la categoría y su compañero finlandés Kimi Raikkonen acabó segundo después de partir desde la pole.

El cuádruple campeón del mundo (2010 a 2013) suma ahora 129 puntos en la clasificación del Mundial, 25 más que su principal rival por el título, el británico Lewis Hamilton, que tras partir 13º solo pudo remontar hasta un séptimo puesto final.

El podio lo completó el australiano Daniel Ricciardo (Red Bull).

Ferrari no se imponía en el trazado urbano de Montecarlo desde hacía 16 años, pero este domingo los monoplazas rojos no tuvieron rival.Es el primer doblete de la Scuderia desde el Gran Premio de Alemania en 2010.

«Ha sido increíble. Una carrera intensa. Esperaba tener un mejor arranque, pero Kimi hizo una salida realmente buena, por lo que tuve que tener paciencia. Es una victoria muy especial», declaró Vettel.

Menos contento estaba Raikkonen: «Es un segundo puesto y no me siento bien. Así son las cosas a veces».

El finlandés prefirió no criticar a Ferrari pese a las preguntas sobre una instrucción de equipo que pudo haberle privado de una posible victoria, en beneficio de su compañero de escudería.

Vettel negó que hubiera «una consigna de equipo o nada parecido» para favorecer su victoria.

Al pie del podio se quedó el finlandés Valtteri Bottas (Mercedes), que entró por delante del holandés Max Verstappen (Red Bull) y del español Carlos Sáinz Jr (Toro Rosso), que aguantó bien los ataques de Hamilton para cruzar antes la línea de meta.

En un trazado urbano donde adelantar es casi misión imposible, lo que marcó la diferencia fue la estrategia. Los pilotos que, como Vettel, Ricciardo o Hamilton, eligieron parar más tarde en boxes para cambiar neumáticos, fueron finalmente lo que pudieron mejorar más puestos.

Raikkonen, que abría carrera por primera vez en 129 Grandes Premios, Bottas y Verstappen cambiaron neumáticos antes y los tres perdieron una posición con respecto a la parrilla.

El británico Jenson Button, que sustituía en McLaren al español Fernando Alonso (que correrá este domingo las 500 Millas de Indianápolis), no acabó la carrera al chocar con el alemán Pascal Wehrlein (Sauber) en la vuelta 61, un accidente que obligó a salir al coche de seguridad hasta la vuelta 67.

Fue el gran susto de la carrera. En la curva Portier, justo antes de entrar el túnel, Button ganó el interior a Wehrlein, pero ambos se tocaron y el alemán volcó y quedó atrapado contra las protecciones, con las dos ruedas de la zona derecha del vehículo en el aire.

Rápidamente, el equipo Sauber informó que el piloto estaba bien y Wehrlein regresó a boxes a pie.

Button, por su parte, tampoco pudo finalizar el Gran Premio en el que regresaba a la Fórmula 1 desde su retiro, debido a la participación de Alonso en Indianápolis.

Ambos compañeros tuvieron un curioso diálogo antes de empezar por radio: el español pidió al inglés que le cuidase el coche y burlón, Button le contestó que iba a «hacer pipí en el asiento».

Debido a su accidente con Wehrlein, los comisarios de carrera sancionaron a Button con una penalización de tres puestos en la parrilla de salida de un eventual próximo Gran Premio.


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