Protagonista de un discreto arranque de temporada, el vigente campeón mundial de Fórmula 1, Lewis Hamilton, aspira en el Gran Premio de Azerbaiyán a su primer triunfo en 2018 e iniciar la reconquista ante Sebastian Vettel.

Con seis carreras sin victoria desde el Gran Premio de Estados Unidos en octubre, el piloto británico de Mercedes vive una sequía no vista antes desde que iniciara en 2014 junto a su escudería la era de dominio actual.

Además, en Bahréin y en Shanghai terminó por delante su compañero, el finlandés Valtteri Bottas. Hamilton se mostró frustrado, tanto por el comportamiento errático de su monoplaza como por algunos problemas de comunicación con sus ingenieros durante la carrera. Y sobre todo no contaba con encontrarse a Ferrari a un nivel tan alto tras los entrenamientos de pretemporada en las primeras tres carreras del año.

«Cuando el coche rinde y Hamilton llega a encontrar el perfecto equilibrio, entonces es imbatible», señaló su compatriota Jolyon Palmer. «Al revés, cuando el coche es más difícil de poner a punto, es Bottas el que parece pilotarlo mejor», añadió el antiguo piloto de Renault.

Cansancio mental

Cuando restan 18 carreras, Hamilton solo tiene 9 puntos menos que Vettel, líder del Mundial. El año pasado, en el mismo periodo, el alemán tenía 7 de ventaja antes de que el británico se impusiera al final por 46 unidades. Y a pesar de la mala racha, Hamilton estableció en China un nuevo récord al terminar por la 28ª ocasión consecutiva en los puntos.

Pero, más allá de las cifras, está la impresión ofrecida por Hamilton, que se asemeja a la que dio en 2016, cuando fue batido por su compañero Nico Rosberg, con continuas quejas y sin la mejor actitud.

«Siempre hay un tiempo de reflexión después de un año de éxitos, en el que te preguntas cuál es la próxima etapa y si tienes todavía hambre», reconoce el británico, que cumple su 12° temporada en la Fórmula 1. »2017 fue un año total a nivel de rendimiento. ¿Cómo puedo hacerlo incluso mejor?», se pregunta.

Igualar a Schumacher 

A los 33 años de edad, su lugar en la historia de la Fórmula 1 está asegurado: Suma cuatro títulos mundiales, tiene el récord de poles positions (73) y es el segundo que más carreras ha ganado tras Michael Schumacher (62 y 91).

En este contexto, impedir a Vettel, dos años más joven, conquistar su quinto título antes que él, sería la principal motivación para que el británico ofrezca el máximo.

«Es una fase típica de Lewis, cuando no está perfecto, comienza a perder un poco la ventaja, a relajar su motivación y tiene dificultades durante una época», señala Rosberg sobre su amigo y rival.

Más allá de Vettel, en el horizonte planea la posibilidad de alcanzar algún día a Schumacher y sus siete coronas mundiales. El gran reto para la estrella de Mercedes.


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