El vicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, se convirtió en el político de más alto rango del país que se sentará en el banquillo de los acusados por la trama de sobornos de la constructora brasileña Odebrecht.

El juez Miguel Jurado, de la Corte Nacional de Justicia, ordenó llamar a juicio al vicepresidente y a su tío Ricardo Rivera, y a otros 11 procesados, entre los que figura el ex contralor Carlos Pólit, en calidad de autores dentro del delito de asociación ilícita en el caso Odebrecht, según una nota de la Fiscalía General del Estado.

Desde el lunes 2 de octubre Glas se encuentra en prisión preventiva en una cárcel de Quito, una medida cautelar que sustituyó a la prohibición de abandonar el país dictada en agosto, cuando la Fiscalía anunció sus sospechas luego de recibir nueva información procedente de Estados Unidos sobre esta trama, que ha salpicado a varios líderes y ex dirigentes latinoamericanos.

En los alrededores de la Corte Nacional se registraron altercados cuando adeptos al vicepresidente persiguieron al letrado de la acusación, César Montúfar, quien tuvo que ser escoltado por la policía para abandonar el recinto.

Jorge Glas defendió su inocencia en una carta dirigida a sus hijos y remitida a los medios de comunicación social. Aseguró que se encuentra en prisión solo por defender sus ideas y por dar la cara en lugar de huir.

“Esto es difícil decirlo, pero quiero que sepan que su padre no ha hecho nada malo y que le han metido en la cárcel solo por defender sus ideas”, escribió.

Glas prosiguió: “No todas las cosas en la vida tienen una explicación fácil. Con el tiempo se darán cuenta de que aquellos que administran justicia muchas veces se rinden ante el poder y dejan de ser justos en sus decisiones. Hay ocasiones en que las mujeres y los hombres buenos tienen que pagar las consecuencias”.

Las acusaciones de corrupción recaen sobre cinco obras adjudicadas a la constructora brasileña, una de las mayores contratistas de Latinoamérica, por el gobierno de Rafael Correa. Glas, como responsable de sectores estratégicos entre 2010 y 2016, se benefició presuntamente de 13,5 millones de dólares en sobornos pagados entre 2012 y 2016, según medios locales.

Defensa. El ex presidente de Ecuador, Rafael Correa, cuestionó la decisión. En un mensaje en Twitter aseguró que no existen pruebas para juzgar a Jorge Glas y censuró que el fiscal general, Carlos Baca, no haya acusado al ex director de Odebrecht en Ecuador, Conceição Santos, que fue exonerado la semana pasada porque cumple condena en Brasil en relación con el mismo caso.

“Los funcionarios de Odebrecht que durante años dirigieron toda una maquinaria de corrupción en nuestra patria han sido sobreseídos. Mientras tanto el vicepresidente, sin prueba alguna, se halla detenido”, indicó Correa en la red social.


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