Unicef indicó este domingo que más de 300.000 niños venezolanos que viven como emigrantes y refugiados en Colombia pueden estar en peligro y advirtió a la comunidad internacional que debe aumentarse la ayuda en salud, educación protección y bienestar.

De acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, se necesitan 29 millones de dólares para apoyar necesidades básicas de nutrición, salud, educación, agua, aseo e higiene, y protección para las familias que cruzan la frontera hacia Colombia.

«En momentos en que el sentimiento antiinmigrante está creciendo en el mundo, Colombia ha mantenido abiertas las puertas para sus vecinos de Venezuela», dijo Paloma Escudero, directora de Comunicaciones de Unicef, quien ha regresado de un viaje de cuatro días que realizó a Cúcuta, en la frontera colombo-venezolana.

Durante su viaje, Escudero habló con familias que cruzan diariamente desde Venezuela el puente Simón Bolívar hacia Colombia en busca de atención médica, para llevar a sus hijos a la escuela, abastecerse de alimentos y de otros artículos necesarios para su hogar.

En un centro de salud apoyado por Unicef cerca de la frontera estuvo con mujeres que van allí para su chequeo prenatal y para que sus hijos sean vacunados o en busca de tratamiento médico sin coste.

Destacó que Colombia está ofreciendo educación gratis a los niños que han emigrado desde Venezuela. En este momento, hay más de 130.000 pequeños matriculados en escuelas a través de Colombia, cifra que aumentó de los 30.000 el pasado noviembre.

Cerca de 10.000 de estos niños están en el pueblo fronterizo de Cúcuta y unos 3.000 de ellos viajan desde Venezuela cada día para acudir a la escuela, de acuerdo con Escudero.


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