Los gobiernos de Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Paraguay y Perú hicieron este somingo un «urgente llamado» a detener la confrontación en Nicaragua, que ha «causado numerosas víctimas fatales y heridos» en los últimos días, informaron en un comunicado conjunto.

Los seis gobiernos manifestaron su «preocupación» y lamentaron los actos de violencia registrados en Nicaragua, tras lo cual expresaron «sus condolencias y solidaridad con las víctimas de la violencia y sus familiares».

En el comunicado conjunto se pide «a todos los sectores» que depongan la confrontación y cesen los actos de fuerza, «en especial» se refiere a las fuerzas de seguridad nicaragüenses, a las que solicitó que ejerzan «sus facultades con la mayor prudencia para evitar el excesivo uso de la fuerza y un escalamiento de la crisis».

Esto, concluyó el comunicado, permitirá «generar un clima que restituya tanto la paz como el diálogo, imprescindibles para superar esta grave situación».

El gobierno de Nicaragua derogó hoy las reformas a la seguridad social que desataron las protestas callejeras que desde el miércoles pasado han dejado al menos 27 muertos según datos de ONG, más un centenar de heridos y daños a comercios y otros inmuebles.

Sin embargo, la población también reclama por supuestos fraudes electorales, las continuas alzas de los combustibles, el actuar impune de la Policía, las muertes sin explicación de campesinos que se oponían al gobierno, y el discurso oficial de «paz y reconciliación» que supuestamente no refleja la realidad del país.

Los manifestantes han utilizado las redes sociales para denunciar represión por parte de la Policía Nacional y el apoyo de los agentes a las fuerzas de choque afines al gobierno, a las que responsabilizan de los saqueos al comercio.

Soldados del Ejército de Nicaragua se mantienen desplegados en varias ciudades por segundo día tras una noche de enfrentamientos y vandalismo que se ha recrudecido en las últimas horas. 


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