Los habitantes de tres cuadras del barrio El Guabal, suroriente de Cali, Colombia, pusieron cintas de duelo para expresar su dolor tras la muerte de sus vecinas en el accidente de un bus en Ecuador en la madrugada del pasado martes. Ninguno sale del asombro al saber que ese carro estaba cargado de estupefacientes.

El dolor se extiende al sector de San Judas. El viernes, la Policía Antinarcóticos y la Fiscalía de Ecuador oficializaron la apertura del proceso contra los 22 sobrevivientes del accidente del bus que transportaba marihuana desde Colombia. En el percance murieron 24 personas. Ahora, con el anuncio de la droga hallada, familiares se encuentran más confundidos con lo ocurrido.

El alijo de droga decomisado en Ecuador tendría un costo cercano a los dos millones de dólares.

La fiscal ecuatoriana Ruth Palacios, en una conferencia de prensa realizada en Quito, señaló que durante la inspección de los restos del bus de servicio turístico, la policía encontró 584 paquetes envueltos en plástico con 579 kilogramos de marihuana.

Así lo confirmó Álvaro Osorio, delegado contra la Criminalidad Organizada de la Fiscalía, tras señalar que se mantienen las coordinaciones con las autoridades de Ecuador para judicializar a las personas vinculadas al cargamento. 

Indicó que, tal como lo reveló El Tiempo de Colombia, en la investigación hay audios y versiones de testigos que dan cuenta de la forma como se movilizaba la droga. Igualmente, señaló que el cargamento es propiedad de una red que movía cocaína.

Investigadores señalaron que en los audios se oye la forma como iban a cargar el vehículo en el municipio de San José de Isnos. En ese lugar estuvo cuatro días supuestamente varado el automotor, según las fuentes de la Fiscalía y la Policía, allí habría sido encaletada la droga. 

Carlos Alulema, director nacional de Antinarcóticos de Ecuador, explicó que la marihuana estaba camuflada en el piso del vehículo y fue detectada con ayuda de un perro antinarcóticos.

Según Alulema, no es la primera vez que un autobús turístico es empleado para el tráfico de droga entre los dos países, que comparten una frontera castigada por el crimen organizado y que es una ruta para el envío de cocaína hacia Estados Unidos por el Pacífico.

En los audios revelados por la Fiscalía colombiana, las personas que eran investigadas hablaban de cocaína, por lo que en un principio se pensó que transportaban esa droga y no marihuana.

No obstante, además de ese hallazgo, la Fiscalía cuenta con un testigo que habría sido la persona que hizo las caletas en el bus. El hombre ya entregó los planos del automotor con los sitios en los que hay droga. Se habrían encaletado entre 300 y 600 kilos de marihuana creepy y 80 de cocaína. 

Osorio sostuvo que se conocían casos de movimientos de droga y plata en vehículos de servicio público hacia esos países, y que se estaban rastreando, pero esta modalidad en la que incluso se usan migrantes venezolanos no se tenía detectada.

La hija de otra viajera fallecida en el accidente del bus antes de llegar a Quito, capital del Ecuador, dice: “Mi mamá y las vecinas cayeron en una trampa. Ellas viajaron con la intención de divertirse, pero fueron engañadas”. 

La única persona que se encuentra detenida por esta tragedia ocurrida en el vecino país es quien aparentemente hacía parte de la tripulación del vehículo, según la planilla de viaje.

“Esta persona ya fue visitada por nuestro asesor jurídico del consulado en Quito para que se respeten las garantías de su debido proceso”, señaló Margarita Manjarrés, directora de asuntos migratorios y consulares de la Cancillería colombiana. 

Por otro lado, los familiares de Bayron Franco Ordóñez, conductor auxiliar del bus, dicen que fue contratado a última hora y murió en el accidente en Ecuador. 

Desde el municipio de Bugalagrande, su esposa Angy asegura que él aceptó el viaje porque llevaba tres semanas sin trabajo.

Cuenta que hablaron en la tarde del lunes 13 de agosto y le dijo que ya estaban en la frontera, que pronto llegarían a su destino. Dos horas después, llamó para hablar con su hija de 6 años, pero la niña estaba dormida y se comprometió a llamar al otro día. 
Franco –quien heredó el trabajo como conductor de su padre– se enteró del viaje porque su mamá, Francia Estela Franco, comentó que viajaría en ese bus para conocer Ecuador y Perú.

Él también dio poca información sobre el viaje: “Solo estaba emocionada con la idea del recorrido”. 

Ambos murieron en el accidente y una menor que los acompañaba permanece hospitalizada por un trauma craneoencefálico severo del que aún no han entregado más reportes sobre su estado.

Fanny Rendón, mamá de crianza del conductor desde cuando apenas tenía 2 años, espera que le permitan repatriar el cadáver para darle sepultura. 


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