Un día después de la caída del presidente de la Corte Suprema de Perú por el escándalo de los audios, los dardos apuntan al nuevo fiscal general, quien asumió su cargo el viernes, al divulgarse una comprometedora conversación con el juez César Hinostroza suspendido por el escándalo de audios de tráfico de influencias y ventas de sentencias.
El fiscal Pedro Gonzalo Chávarry asumió en una ceremonia opacada por la ausencia del presidente de la república, Martín Vizcarra, y otras autoridades, que habían pedido anular el nombramiento a raíz del escándalo.
Una conversación telefónica entre Chávarry e Hinostroza provocó que el Ministerio Público convocara de urgencia a una Junta de Fiscales Supremos para decidir si procedía o no que asumiera el nuevo fiscal general.
A pesar del reclamo gubernamental, la junta de fiscales ratificó el nombramiento en una apretada e insólita votación, que quedó igualada en dos votos por lado, pero fue el propio Chávarry quien decidió el resultado votando a su favor.
El funcionario negó actos irregulares y se empecinó en asumir su cargo, para el que fue elegido por tres años en junio, antes de que estallara el escándalo.
La fiscalía había permanecido ajena hasta el momento al escándalo, que ya salpicó a un ministro, legisladores y varios jueces.
La difusión del audio ha provocado protestas y llevado a Vizcarra a anunciar una reforma judicial.