Pasaron 10 días y las disculpas siguen sin llegar. Al menos de forma directa. El presidente Tabaré Vázquez exigió a su colega venezolano Nicolás Maduro las disculpas públicas por acusar al gobierno uruguayo de coordinar acciones con el Departamento de Estado de los Estados Unidos.

La rectificación no llegó, y tampoco el mandatario venezolano ha mostrado señales de arrepentirse por sus dichos. Todo lo contrario. Ahora redobló la apuesta —sin aludir directamente al Frente Amplio— dijo que existe una «izquierda cobarde» que aún tiene temor y decidió condenar a Venezuela.

El viernes 31 de marzo el gobierno uruguayo, en conjunto con Argentina, Brasil, Chile, Colombia, y Paraguay, condenó la situación en Venezuela tras la decisión del Tribunal Supremo de Justicia que intentó asumir las potestades del Parlamento, de mayoría opositora, dejando así en evidencia la perdida de la separación de poderes.

La decisión no prosperó ante el pedido de Maduro —cabeza de otro de los poderes del Estado— para que dieran marcha atrás en la posición. Sin embargo, un día después los cancilleres del Mercosur, entre ellos Rodolfo Nin Novoa, exigieron a Maduro restablecer el orden democrático y liberar a los presos políticos.

La carta del Mercosur desató las críticas de Maduro acusando a Uruguay de actuar bajo orden de Estados Unidos. Eso molestó al presidente Vázquez, quien emitió una carta el 3 de abril exigiendo las disculpas inmediatas.

Pero Maduro hizo oídos sordos e ignoró el pedido. Sin embargo, el lunes 10 por la noche realizó un largo discurso en La Habana, Cuba, donde aludió al gobierno uruguayo y al Frente Amplio de forma indirecta.

«¡Que nadie se llame a engaño! Por ahí hay una izquierda cobarde a la que le da miedo y le tiemblan las piernas cuando recibe una llamada en inglés de algún embajador, y no tarda un segundo para sumarse ante hechos desconocidos para condenar a Venezuela y decir: ¡Golpe de Estado en Venezuela!», expresó el presidente de Venezuela.

Maduro aprovechó la oportunidad para reafirmar su tesis de que los intentos para desestabilizar al régimen chavista que gobierna Venezuela vienen de Estados Unidos.

«Las presiones que ha habido en las últimas semanas, en Washington y desde Washington, no tenían parangón con que ser comparadas en los últimos años», dijo.

El mandatario remarcó que en su país hay democracia y que si en algún momento se dio un golpe de Estado fue hace 15 años cuando intentaron derrocar al ex presidente Hugo Chávez.

Maduro sostiene que «la reciente arremetida diplomática, alineación de un grupo de gobiernos de derecha, neoliberales, muy fracasados, contra Venezuela» está coordinada por el gobierno estadounidense de Donald Trump.

Otro de los objetivos recurrentes en los discursos de Maduro es el secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro.

El ex senador uruguayo por el Frente Amplio ha criticado duramente el régimen chavista y denunciado que en Venezuela hay un golpe de Estado.

«Pasará el tiempo y los Luis Almagro pasarán al basural de la historia como escoria, pasarán al basural de la historia, y trascenderá el espíritu, la sonrisa de estos gigantes, y trascenderán nuestros pueblos», dijo Maduro durante la exposición en Cuba, donde participó Raúl Castro.


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