Máximo Kirchner, hijo de los ex presidentes Néstor Kirchner y Cristina Fernández, llegó este martes a los tribunales federales de Buenos Aires, Argentina, para declarar en la causa en la que se investigan sobornos de empresarios a funcionarios de los gobiernos kirchneristas.
Sin dar declaraciones y con bajo perfil, Máximo Kirchner, diputado y líder del movimiento juvenil La Cámpora, llegó a la sede judicial a petición del juez federal Claudio Bonadio.
El magistrado pidió que Máximo Kirchner declare por la misma causa en la que su madre ya está procesada con prisión preventiva, que no se ha hecho efectiva por tener fueros parlamentarios como senadora.
El juez considera a Fernández presunta jefa de una asociación ilícita dedicada a recaudar dinero proveniente de millonarios sobornos pagados por empresarios adjudicatarios de obras públicas durante su gobierno y el de su esposo.
El escándalo surgió a principios de agosto, cuando se filtraron los cuadernos de Oscar Centeno, ex chofer del Ministerio de Planificación Federal que durante todo el periodo kirchnerista anotó con detalle cómo recogía de forma cotidiana bolsos con dinero de diversos lugares de Buenos Aires para repartirlos entre altos funcionarios.
La citación a Máximo se da, según destacaron medios locales, luego de la declaración del ex secretario de Obras Públicas José López, detenido desde junio de 2016 después de aparecer escondiendo millones de dólares en un convento, quien presuntamente vinculó a varios dirigentes de La Cámpora con la recepción de los sobornos, por lo que ya comparecieron algunos de ellos.