Hasta 50.000 puede pagar una persona para pasar de Colombia a Venezuela por un camino verde, de acuerdo con la tarifa que fijaron los trocheros.

El uso de esas vías alternas se convirtió en la opción para quienes necesitan con urgencia estar en uno u otro país, ya sea por la aplicación de tratamiento para combatir enfermedades crónicas, comprar alimentos y medicinas o trabajar, y no pueden cruzar los puentes internacionales por el bloqueo que mantiene Venezuela.

La tarifa máxima incluye movilización en vehículos con aire acondicionado desde Cúcuta hasta La Parada o El Escobar, así como el pago por cargar el equipaje del interesado en pasar la frontera.

El costo representa dos semanas de alimentación con proteína animal y frutas adquiridas en el comercio cucuteño para una familia de cinco miembros.

“O se organizan o nadie pasa”

Debido a la gran afluencia de personas, en las trochas fueron habilitadas dos rutas: una con destino a Venezuela y otra a Colombia.

En ambos sentidos la indicación que ratifican quienes dominan la trocha es el orden.

“O se organizan y hacen caso o cierro esta vaina y nadie pasa”. La advertencia es intimidante, y de inmediato las personas se forman en fila para pasar.

La tarifa básica por el uso de la trocha es de 2.000 pesos y se debe “declarar” lo que lleva cada quien porque de ello dependerá el pago adicional, excepto en el caso de alimentos. A quién lleve mercado a su caso les piden una “colaboración” que esté al alcance.

En grupos ayudan a pasar a quienes van con muletas, en sillas de ruedas o camillas improvisadas, entre ellos  pacientes oncológicos. Al igual que las embarazadas, solo pagan 1.000 pesos colombianos.

La mañana es uno de los momentos en que se registra un importante flujo de personas por las trochas. El trayecto puede hacerse en 7 o 10 minutos, según la cantidad de interesados en pasar.

Sin embargo, el temor de un eventual enfrentamiento entre grupos armados en pugna por dominar el área puede dar la impresión de que el trayecto por la trocha es eterno.


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