En Norte de Santander, Colombia, 653.000 venezolanos que solicitaron la Tarjeta de Movilidad Fronteriza no han sido incorporados en el sistema de salud, hecho que produce recarga en las instituciones. Esta situación genera incertidumbre en el Instituto Departamental de Salud (IDS) del país colombiano, reseñó La Opinión de Colombia.

Juan Bitar, el director del IDS, informó que han enviado recursos para las personas “no afiliadas” y que “no hay un decreto que diga cómo hacer estos pagos, y por eso, están suspendidos”.

El funcionario indicó que una de las propuestas es generar un contrato con el Hospital Universitario Erasmo Meoz para invertir 3 millardos de pesos, y de esa manera compensar la atención a los venezolanos.

«Nos preocupa la situación del hospital Erasmo Meoz que es el mayor facturador y la Ese Norte de Tibú, que sobrepasa la facturación”, explicó.

“Sin embargo, el IDS ha ido reconociendo los recursos por esos afiliados adicionales”, agregó.  

Bitar puntualizó que las medidas que ha tomado el gobierno colombiano en el tema de salud pública excluyen los tratamientos de enfermedades crónica y los requerimientos maternos.

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