La pobreza aumentó en América Latina durante 2016, alcanzando 30,7% de la población regional -unos 186 millones de personas- y después de una década de reducción en la mayoría de países, alertó hoy la Cepal.

En la presentación del informe «Panorama Social de América Latina 2017» en la Ciudad de México, la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, señaló que en 2016 el número de personas en la pobreza llegó a 186 millones, incluyendo 61 millones en situación de pobreza extrema.

La principal razón del aumento de la pobreza está en el freno en el crecimiento económico a nivel regional y, sobre todo, por el incremento de la pobreza en dos grandes naciones de la región como Brasil y Venezuela, apuntó Bárcena.

En 2014, 28,5 % de la población de la región se encontraba en situación de pobreza, y en 2016 el porcentaje ascendió hasta 30,7 %. En este mismo periodo, la pobreza extrema pasó de 9 % a 10,2 %.

Aunque los datos son mejores a los de 2002, cuando había 45,9 % de pobreza, «tenemos que romper definitivamente el flagelo de la pobreza «, remarcó Bárcena, que urgió a implementar la Agenda 2030 de la ONU.

La representante de la Cepal destacó que las proyecciones para 2017 estiman que los niveles de pobreza se van a mantener, aumentando en un millón el número de pobres.

La pobreza impacta especialmente a mujeres, que padecen esta situación hasta 25% más que los hombres. «No solo es mayor el porcentaje, sino que también preocupa que la tendencia en lugar de estabilizarse, se está acentuando».

Igual de alarmante es el caso de los menores de edad, pues en 2016 46,7 % de los latinoamericanos de 0 a 14 años eran pobres.

«El hecho que la pobreza tenga rostro de niño es muy preocupante porque quiere decir que nuestra población infantil no está recibiendo los beneficios todavía, y es la población que próximamente será población económicamente activa, y la dejamos atrás», resaltó Bárcena.

Positivamente, la desigualdad de ingresos se redujo entre 2002 y 2006, aunque el ritmo de caída ha disminuido en los últimos años.


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