El papa Francisco reconoció los valores heroicos del papa Juan Pablo I, abriendo el camino hacia su beatificación.

Jorge Bergoglio firmó el miércoles 8 de noviembre el decreto que reconoce que Albino Luciani debe ser considerado venerable por la Iglesia, siendo este el primer paso para su beatificación.

Desde el 2003 el papa Benedicto XVII apoyo la causa de la beatificación de Juan Pablo I, acuerdo que fue respaldado sucesivamente por Francisco.

Conocido como “el papa de la sonrisa”, Juan Pablo I, fue el último pontífice italiano y uno de los más efímeros: elegido en agosto de 1978, falleció 33 días más tarde tras sufrir un infarto a los 65 años.

Juan Pablo I fue hallado sin vida en el lecho de su habitación en el palacio apostólico poco antes del amanecer del 28 de septiembre de 1978. Algunos aspectos sobre el descubrimiento del cadáver dieron lugar a una serie de teorías conspirativas en torno a ella, en los que se incluye que haya sido posiblemente envenenado.

Tras un periodo breve que prometía muchas reformas dentro de la Iglesia, muchas personas argumentan que Juan Pablo I no contaba con el apoyo de la Curia, el gobierno del Vaticano, por lo que su muerte pudo haber estado planificada. Teoría que fue desmentido por un informe, con testimonios y certificados, entre ellos varios exámenes médicos, que descartó que el pontífice haya sido envenenado.

En un libro publicado esta semana, con el título Papa Luciani, crónica de una muerte, la periodista italiana Stefania Falasca confirmó, gracias a numerosos testimonios y documentos inéditos, que Juan Pablo I murió de un ataque al corazón. Falasca, que tuvo acceso a documentos importantes, es también vicepostuladora de la causa de beatificación del pontífice italiano.


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!