Fue un reencuentro con Oswaldo Vigas. La obra del artista, nacido en Valencia en 1926, vuelve a Brasil luego de un primer contacto en la segunda Bienal de Sao Paulo a comienzos de los años 50. Los potentes colores de sus pinturas, el misterio de su universo ancestral, los cuerpos que son figura y abstracción dialogan una vez más con el espectador en la imponente exhibición Oswaldo Vigas. Antológica 1943-2013, inaugurada el sábado en el Museu de Arte Contemporânea da Universidade de São Paulo. La muestra llegaba de su recorrido por Colombia, Chile y Perú; luego seguirá al norte del continente.La mañana comenzó con una conferencia en la que participaron Hugo Segawa, ex director del MAC; Imre Jovak y Katja Weitering, curadores invitados del Museo de Arte Moderno CoBra de Amsterdam; el cineasta Lorenzo Vigas; la curadora venezolana Bélgica Rodríguez, el polaco Marek Bartelik, presidente de la Asociación Internacional de Críticos de Arte, y la investigadora brasileña Lisbeth Rebollo.Los asistentes, que ocuparon todas las sillas dispuestas para la actividad, escucharon en distintos idiomas anécdotas y análisis de quien supo experimentar con técnicas y estilos. ?En el desarrollo de su obra hay importantes capítulos, por eso para esta exposición quisimos hacer algo radical: no un recorrido cronológico, sino definir los motivos que comprendieron su trabajo. Esto me abrió los ojos sobre el legado de un hombre que estuvo obsesionado con hacer arte, uno de los más importantes creadores modernos?, afirmó Weitering.Cuando fue el turno de Rodríguez, la investigadora recordó a Venezuela: ?En este momento doloroso esto se convierte en aire fresco luego de tantos años de tristeza para nuestro medio cultural; tenemos una pequeña luz con la que espero podamos volver a ser líderes en museos y presencia internacional?, agregó. Los aplausos del público en un país descontento la secundaron. Justo el día anterior una concentración cerca del Museo de Arte de São Paulo pedía la renuncia de los gobernantes actuales.Al finalizar las palabras fue momento de ingresar al enorme espacio rectangular en el segundo piso del MAC, donde todo cobra significado: son 63 pinturas y 5 esculturas distribuidas en 4 pequeñas salas. Parejas jóvenes, familias y personas mayores caminaron por el lugar que finaliza con un cuarto de cine, en el que se proyecta un cortometraje documental sobre el hombre de las ?brujas?, ?Renovación en el origen?. Fue un nutrido público que escogió a Vigas entre otras 16 inauguraciones que tuvieron lugar en la ciudad.


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