Vladimir y Estragón dicen que se van, pero no se mueven. No hacen nada. Tampoco saben si duermen. Solo esperan, tal vez Godot venga mañana. En la escena de sus vidas todo es tedio y carencia. El clásico de Samuel Beckett vuelve a las tablas, esta vez con Teatro K Producciones, para hablar de esa inacción del hombre ante ciertas circunstancias de su existencia. La pieza, que se estrenó ayer en el Teatro Luis Peraza de Los Chaguaramos, tendrá una temporada en cartelera hasta el 25 de octubre.?Uno de los retos que nos planteamos fue realizar un montaje del absurdo. Sumado al hecho de que la premisa de la compañía es hacer teatro social, que hable sobre nosotros como país, nuestra realidad?, afirma Morris Merentes, director de la pieza.Así, Esperando a Godot ocurre en la sala de espera de un hospital venezolano. De fondo un lamento llanero, una canción que le canta a la luna de Margarita y un joropo. Los dos vagabundos preguntan por ese hombre con el que deben encontrarse. Un médico les dice que no está. Sobre ellos las largas ramas de un árbol parece que los absorbe. Pero no pasa nada. Nunca pasa nada.De tanto en vez aparece el cruel Pozzo, que un día se despertó ciego como el destino y que a veces se pregunta si no estará durmiendo. Arrastra a su maltratado esclavo Lucky, que se volvió mudo. El montaje cuenta con las actuaciones de Jesús Carreño, Daniel Dannery, Homero Díaz, Julio César Marcano y Jorge Roig. ?Uno de los temas con esta pieza siempre ha sido quién es Godot. Para mí es un político que estamos esperando, un mesías. El venezolano siempre ansía que alguien venga a salvarlo. El país es tan absurdo que la obra de Beckett ya es realista?, afirma Merentes. Y agrega: ?En esta sociedad nos estamos acostumbrando a no hacer absolutamente nada. No tomamos las decisiones para solucionar lo que nos sucede?.Esperando a Godot Teatro Luis Peraza, Los Chaguaramos Funciones: viernes, 7:00 pm; sábado y domingo, 6:00 pm Entrada: 200 bolívares, general; 150 bolívares, estudiantes y tercera edad


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!