Ben McMahon es australiano y habla chino mandarín a la perfección. Incluso presenta su propio programa de televisión en ese idioma.Pero no siempre fue así. Y las razones detrás de su dominio del chino son bastante dramáticas: un accidente de auto.»Recuerdo esa mañana, desayunando en la cama pero, aparte de eso, no recuerdo nada más», le contó a la BBC.Ben sufrió un horrible accidente automovilístico, que le dejó una semana en coma.Y, cuando despertó, su vida había cambiado completamente. Sólo era capaz de hablar en chino mandarín.Laberinto cerebralEl joven, que ahora tiene 24 años, había estudiado el idioma en la escuela, pero nunca lo llegó a hablar con fluidez.Al menos antes de que ocurriera el accidente.Pero, además, Ben era incapaz de recordar cómo expresarse en inglés, su lengua materna.¿Qué sucedió? ¿Cómo era posible que, de repente, pudiera comunicarse en chino perfectamente?El lugar exacto del cerebro donde se desarrolla nuestra capacidad para aprender idiomas todavía es un misterio, pero el área que normalmente se asocia con el lenguaje es el lóbulo frontal del hemisferio izquierdo, conocida como el área de Broca.De acuerdo con los científicos, si se producen ciertas lesiones, diferentes partes del cerebro humano pueden asumir la responsabilidad de otras.En algunos casos, como enfermedades o accidentes, el cerebro sufre una confusión que provoca daños inesperados, como es el caso del síndrome del idioma extranjero.Otro trastorno común, similar a este fenómeno, es el síndrome del acento extranjero, que hace que quienes lo sufren hablen su lengua natal con un acento completamente diferente al habitual.Aunque no sabemos exactamente qué pasó en el cerebro de Ben después del accidente, sí sabemos que estaba sentado en el lado izquierdo del auto cuando ocurrió.Y sufrió daños en el lado izquierdo de su cabeza, especialmente en el lóbulo frontal.Los expertos creen que lo que le sucedió a Ben pudo deberse a una lesión en el área de Broca.»Todavía estamos investigando por qué ocurre este fenómeno (síndrome del idioma extranjero), cuando alguien habla un idioma diferente después de sufrir una lesión en la cabeza o un derrame cerebral», le contó la terapeuta del lenguaje Yvonne Wren a la BBC.»En el caso de Ben, hemos observado que el área del cerebro en la que almacenaba y utilizaba su lengua materna, el inglés, estaba más dañada que aquella que usaba para aprender mandarín cuando era niño».Afasia bilingüeLa capacidad inconsciente de intercambiar idiomas de esa forma se conoce en neurolingüística como afasia bilingüe.Y, quienes sufren la condición, a menudo se encuentran más cómodos expresándose en el segundo idioma.Ben habla chino mandarín con más fluidez que nunca.Pero ¿mejoró el accidente sus capacidades lingüísticas?Wren sostiene que no: «Cuando (el accidente) le arrebató la capadidad de hablar inglés, sólo podía expresarse en mandarín».»El manejo de ese segundo idioma se mejora porque es el único que la persona tiene disponible», explicó la especialista.Hubo algún otro caso en otras partes del mundo, aunque el fenómeno continúa fascinando a los especialistas y todavía se necesitan muchas respuestas.En 2010, hubo un caso muy parecido de una joven croata de 13 años, que despertó de un coma hablando alemán, incapaz de recordar cómo expresarse en su croata natal.Al igual que Ben, había estudiado alemán en la escuela pero nunca lo llegó a hablar con fluidez.Y en 2013 un hombre estadounidense, Michael Boatwright, se despertó hablando sueco.»A veces esta situación me hace sentir triste y me enfurece. Pónganse en mi lugar y sabrán lo que es esta pesadilla», dijo Boatwright (en sueco).Por suerte para Ben, cuando se redujo su inflamación cerebral, recuperó su capacidad para hablar inglés.Y esto podría haber supuesto el fin de su dominio del chino, pero no fue así. Ben mantuvo su nueva capacidad lingüística.Por lo visto, el accidente de auto desbloqueó de forma permanente su capacidad de hablar con fluidez el segundo idioma. Y cambió su vida para siempre.De hecho, acaba de encontrar pareja en la edición australiana de un popular concurso de citas chino, «If you are the one», con una joven australiana -de origen chino- que se apuntó al programa para practicar su mandarín natal.Tal vez -al menos en lo que respecta al idioma- haya encontrado su media naranja.


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